CRISTINA CORREDERA. La estructura gótica del siglo XV convive con la decoración barroca del siglo XVII en el tempo valenciano de San Nicolás. El arquitecto y escultor Juan Bautista Pérez Castiel remodela los ángeles que sujetan las cornisas y los deja en mate en lugar de darle el brillo propio del barroco para ir en consonancia con el acabado de los frescos.
Lo único que brilla son las cartelas hechas con pan de oro, mensajes teológicos en latín con los quiere dejar constancia de lo que está pasando para que los fieles lo sepan.
El pintor Dionís Vidal discípulo de Antonio Palomino es un gran retratista y su estilo queda claramente reflejado en este templo.
¿Por qué se compara con la Capilla Sixtina?
Recibe este nombre ya que el restaurador de la capilla Sixtina Gianluigi Colalucci,y asesor de los restauradores de San Nicolás, la bautizó como la capilla Sixtina valenciana al ver la cómo había quedado en la última fase de la reparación.
La iglesia de San Nicolás está en el mapa, ha trascendido a nivel internacional. Las estadísticas demuestran que cada vez hay más visitantes de todo el mundo.
Para descubrir esta joya pictórica y arquitectónica valenciana no hay más que alzar la mirada al cielo de san Nicolás.