CAMBIO DE HORA | ¿Cuándo se cambia al horario de invierno?

España se prepara para vivir un nuevo cambio de hora. Este año todo el país cambiará al horario de invierno en la última jornada del mes de octubre, coincidiendo con el puente de Todos los Santos.

Tal y como establece el acuerdo europeo, el cambio al horario de invierno debe producirse el último domingo de octubre. Aunque normalmente coincide con la tercera semana del mes, en esta ocasión octubre finaliza el último día de la semana.

Por ello, será el día 31 (Halloween) cuando los relojes se atrasen una hora. De esta manera en la madrugada del sábado 30 al domingo 31 se pasará de las 03:00 a las 02:00 horas, un cambio que permitirá ganar una hora del día.

LA HISTORIA DEL CAMBIO DE HORA

El cambio de hora siempre se relaciona con el mejor aprovechamiento de la luz y el ahorro energético. En 1784, Benjamin Franklin, embajador de EEUU en Francia, envió una carta al diario Le Journal de París proponiendo algunas medidas favorables para el ahorro energético.

Algunas de éstas fueron poner un gravamen a las personas que impidiesen la entrada de la luz a las habitaciones de sus viviendas; regular el consumo de cera y velas; y hacer replicar las campanas de las iglesias al amanecer para que la gente se levantase a la misma hora. En realidad, no se le hizo mucho caso pero poco a poco algunas de sus ideas se fueron aplicando.

Ya en 1905, William Willet propuso adelantar los relojes 20 minutos todos los domingos de abril. El objetivo era ganar luz las tardes de verano y hacer lo contrario en otoño. Sin embargo, los científicos se opusieron y no fue hasta 1916 cuando se tomó una medida para el ahorro energético.

El 30 de abril de dicho año, durante la Primera Guerra Mundial, el káiser Guillermo II aprobó el cambio de hora para ahorrar carbón. Países como Alemania, Austria y Hungría adoptaron esta medida que duró unos meses. Ya en 1974, después de la primera crisis del petróleo, el cambio de hora se convirtió en norma. Sin embargo, no fue hasta 1981 cuando se aplicó como directiva europea.

Desde entonces, todos los países de Europa cambian sus relojes para conseguir un ahorro energético, aunque según aseguran expertos del sector, el cambio apenas modifica la factura en los hogares.