Paterna es conocida por su culto a la pólvora, sus fiestas de Moros y Cristianos y su gran torre moruna, pero lo cierto es que salvaguarda una joya gastronómica que sobresale por encima de cualquier tradición local: el Cachap, dulce local por excelencia, es probablemente una de las mayores señas de identidad del municipio valenciano.
Aunque la fama del cachap se extiende a todos los pueblos de la contorná. Al fin y al cabo, es inevitable que se corra la voz y todo el mundo acuda al Forn del Rosari a probarlo. ¿Las claves de su éxito? Una deliciosa crema especial cuya fórmula todavía se mantiene en secreto y una cobertura de crujientes láminas de hojaldre a la altura del relleno.
Esta fórmula secreta, según cuentan desde la Diputación de Valencia, es parte de un proceso de elaboración que sigue aplicando las mismas técnicas que en sus orígenes. No es de extrañar entonces que el Forn del Rosari decidiera patentar hace décadas su receta para evitar que otros hornos la pudieran imitar.
Cuenta la leyenda que todo paternero lo ha probado alguna vez en su vida. Su hábitat natural es la sobremesa de los domingos, después de la paella, momento en el que toda la familia (o la que quede en la mesa) pone el colofón al atracón dominical llevándose a la boca esta joya de legado árabe con casi dos siglos de tradición.
Según cuenta el testimonio oral paternero, su elaboración se remonta a casi 200 años atrás. Fue don Celestino Monrabal, manisero nacido en el siglo XVIII y fundador del Forn del Rosari, quien dio con su receta. Aunque fue gracias a su hijo, el joven don Mariano Monrabal, que existen los primeros documentos históricos relativos a la elaboración artesanal de este dulce en el año 1829.
No obstante, el nombre propio actual del Cachap «tan solo» tiene 100 años y viene dado por el maestro pastelero Benjamín Monrabal. Fue en 1923, durante la boda del llamado “Tío Cachapot”, vecino de Paterna y amigo de la familia, cuando se ofreció este pastel a los comensales de su banquete. El pastel tuvo tal aceptación que a partir de este momento se le conocería como “Cachap”, en honor al “Tío Cachapot”.
El Aeropuerto de Valencia amplía su oferta de destinos con nuevas rutas aéreas