La ONG belga Corvia ha instalado el primer buzón para abandonar bebés recién nacidos de forma anónima en Bruselas. Esperan poder abrir el «buzón» oficialmente a principios de octubre.
La iniciativa para abandonar bebés estaba previsto ponerla en marcha en 2017, pero el anterior alcalde, Pierre Muylle, lo prohibió. La ONG insistió presentando un procedimiento en el Consejo de Estado para anular la decisión. Argumentan que no incitan al abandono de los menores sino que «ofrecen una posibilidad a las madres de dejar a su hijo con seguridad«.
Los buzones donde los bebés son dejados se remontan a la época medieval. En aquella época eran unos barriles cilíndricos situados en los lados de los hospitales, iglesias u orfanatos. El diario The Guardian afirma que 2012 pusieron en marcha alrededor de 200 buzones para bebés en países como Alemania, Suiza, Austria, Polonia, Letonia y República Checa. En Estados Unidos, este sistema se empezó a funcionar en 2016, y es legal en estados como Indiana, Ohio y Pensilvania. La portavoz de Corvia, Mathilde Pelsers, ha manifestado a medios locales que «cada niño debería tener derecho a un futuro».
De este modo se ponen fin a tres años de lucha judicial tras la anular la decisión del anterior alcalde. Ahora, los padres podrán dejar a los hijos para que puedan tener un futuro mejor, siempre de una manera responsable.