València encara el inicio de la temporada navideña con un ambiente festivo que ya se siente en sus calles. Este mismo viernes tendrá lugar el tan reconocido encendido de luces en la plaza del Ayuntamiento. Un acto que marca sin duda marca el inicio de la Navidad en la ciudad.
Además de las luces, el corazón de la ciudad se llenará de ese bullicio característico de la época. Pero no tan solo eso, los comercios también ultiman los detalles en sus escaparates para todos los visitantes que paseen por las calles.
Y en ese paisaje de preparativos, el Black Friday se ha convertido en una cita clave no solo para las grandes superficies, sino también para un sector tan identitario como el de la indumentaria valenciana. En pleno corazón del pasaje Ripalda, donde el espíritu fallero se respira incluso en noviembre, el taller de Álvaro Moliner se mueve a un ritmo que solo puede describirse como frenético.
Hasta allí acudimos para conocer cómo viven este tipo de campañas. Allí Álex Moliner, representante de la tercera generación de la firma, consciente del ritmo que se lleva en estos días. La agenda del taller mezcla fechas de entrega, presentaciones, compras navideñas y la preparación del Black Friday, una campaña que, según explica, ya forma parte esencial del calendario.
“El ritmo es frenético”, reconoce casi entre risas, mientras detalla cómo estas semanas son un ejercicio de equilibrio continuo: por un lado, entregar las prendas de las Fallas 2026, que ya están prácticamente finalizadas; por otro, preparar los descuentos y contenidos que se publicarán en la web y en las redes durante el Black Friday.
Álex explica que esta campaña llega en un momento especialmente delicado del año. Las presentaciones falleras llenan cada fin de semana, lo que obliga al equipo a entregar trajes y complementos a contrarreloj. “Realmente ya estamos pensando en las del 27”, admite, dejando claro que la confección valenciana vive siempre un año por delante.
Desde el taller notan más valor por las Fallas desde la pandemia
Aunque las Fallas 2026 no han comenzado, en su taller ya se programan agendas, se revisan tejidos y se perfilan líneas estéticas para el próximo ciclo. Una dinámica agotadora que, sin embargo, conecta con un repunte notable del sector: “Desde la pandemia, la gente valora mucho más las Fallas. Se nota en las ventas y en los talleres. Todos vamos un poco desbordados, pero estamos cumpliendo”.
Entre risas, reconoce que siempre aparece algún rezagado que pregunta si todavía está a tiempo de estrenar un traje para 2026. Para ellos, Álvaro Moliner ofrece una alternativa: la tienda Per a Lluir, donde la prenda ya confeccionada permite vestirse prácticamente al momento. Es su respuesta a quienes sienten que la llamada de las Fallas llega tarde… pero todavía quieren llegar.
En cuanto al Black Friday, Álex destaca que es la última oportunidad antes de las rebajas del próximo año. Muchos clientes aprovechan estos días para cubrir “los últimos flecos” de su indumentaria. La tienda online se vuelve el punto de encuentro digital donde consultar, comparar y comprar desde casa. “Es donde más gente se entera a la vez de todo”, afirma. De ahí su apuesta por redes sociales y web como canales principales.
Antes de despedirse, se le pregunta por lo que viene… por esa moda que marcará las Fallas 2026. Y ahí no duda: “Vamos a ver mucho oro, mucho traje clásico y colores más oscuros, pero con menos negro que otros años”. La tendencia, asegura, vuelve a la elegancia tradicional, a lo que reconoce como “los trajes de toda la vida”.
Mientras tanto, la tienda ya está envuelta en una decoración navideña que lo impregna todo y prepara el ambiente para las semanas más intensas del año. Porque el Black Friday, esa campaña global que parece de grandes superficies, también tiene su eco en el mundo fallero. Y en Álvaro Moliner lo viven como lo que es: otro desafío que afrontar con la misma pasión que se cose cada hilo de su historia.
