Bioparc celebrará su 16º aniversario este fin de semana con rutas, exhibiciones y actividades especiales
La zona de elefantes de Bioparc Valencia.

La prevención es fundamental para la salud y una regla de oro para centros especializados como Bioparc Valencia. El equipo profesional tiene como objetivo no solo proteger a las especies en peligro de extinción, sino que al mismo tiempo deben asegurar el máximo bienestar de cada uno de los más de 6.000 animales a su cargo. Con esta premisa, se ha implementado una serie de medidas excepcionales para paliar los efectos de la repentina ola de frío polar que se añaden al protocolo de actuación en invierno.

Ante la alarmante previsión meteorológica, la cocina de Bioparc comenzó a acopiar lo necesario para preparar caldos de verduras y bebidas e infusiones calientes que estos días ya disfrutan algunos primates como gorilas y chimpancés, incluso de forma personalizada, atendiendo a los gustos de cada individuo.

Paralelamente, el personal de mantenimiento ya había chequeado que los distintos sistemas de calefacción funcionaran correctamente y que los elementos con fuentes complementarias de calor estuvieran listos. Todo un conjunto de actuaciones adaptado a las singularidades de cada especie.

Los recintos interiores, donde los animales pasan la noche y se refugian de las temperaturas mínimas, están equipados con radiadores para el confort de jirafas y elefantes, entre otros.

En el caso de los paquidermos, con una potencia suficiente que asegure la comodidad de las crías, Makena y Malik. Los primates son específicamente sensibles al frío y el diseño de los espacios incluyó el suelo de cable calefactor e incluso camas de calor a modo de “braseros” en las áreas exteriores. Esto es primordial para gorilas y chimpancés que también cuentan con varias crías a las que hay que prestar especial atención.

AGUA TEMPLADA Y BOMBILLAS ULTRAVIOLETAS PARA PROTEGER DEL FRÍO

La enorme variedad de necesidades de las 150 especies distintas de Bioparc conlleva un despliegue de ingeniería que tiene muy en cuenta la sostenibilidad con la utilización de componentes como una de las mayores calderas de biomasa de la Comunitat.

Agua calefactada y suelo radiante para los cocodrilos de Bioparc.

Los enormes acuarios de la cueva de Kitum, el único lugar de España donde contemplar a los gigantescos hipopótamos bajo el agua, están proyectados para que el agua se mantenga a por encima de los 20º grados.

Justo al lado, los cocodrilos igualmente disponen de un agua todavía más templada a lo que se añade grandes placas de hormigón calefactadas donde gozar de los baños de sol.

Otros reptiles como las tortugas de Aldabra (las segundas más grandes que existen) o las sulcata que suelen “hibernar” estos meses se guarecen en la zona de cuarentena y tienen a su disposición bombillas ultravioletas que simulan el sol y lámparas infrarrojas para dar calor. Este último método se agrega para los avestruces.

UNA DIETA ADAPTADA AL FRÍO DE LOS ANIMALES

Además, con el fin de que los animales cuenten con un sistema inmune reforzado y en las mejores condiciones, como es habitual en el parque de conservación, en otoño se realizó el cambio de dieta hacia alimentos de mayor aporte calórico e incluso se incorporó la administración de suplementos y vitaminas en los casos necesarios.

Zona de hibernación de las tortugas.

Del mismo modo, se aplican las directrices internacionales de control de temperatura ambiente dirigidas a las distintas especies. Cabe señalar en este caso las favorables temperaturas de Valencia que, incluso en los días más extremos, el envidiable y beneficioso sol propicia el rápido incremento de la sensación térmica.

De esta forma, a lo largo de la mañana las personas que visitan Bioparc pueden contemplar a los animales (que mantienen acceso al interior a su voluntad) disfrutando de los espacios al exterior. Entre ellos, los “adoradores del sol” como se conocen por su curiosa postura para calentar sus glándulas a los inconfundibles lémures de cola anillada.