BIOPARC Valencia se ha consolidado como uno de los grandes referentes europeos en la conservación de la biodiversidad y la educación ambiental. Este innovador parque de naturaleza, que recrea hábitats tan espectaculares como la sabana africana, los bosques ecuatoriales o los humedales de Madagascar.

El espacio permite a los visitantes vivir una experiencia única: contemplar de cerca especies emblemáticas como leones, elefantes, jirafas, gorilas, rinocerontes o lémures en entornos que reproducen fielmente su hábitat natural. Más que un zoológico, BIOPARC es un espacio de respeto, sensibilización y compromiso con la vida salvaje.

Y para quienes quieran disfrutar de esta magia en vivo, noviembre llega con buenas noticias: los BIOdías regresan con una promoción especial que ofrece todas las entradas a precio infantil al comprarlas online con al menos un día de antelación. Una oportunidad perfecta para vivir el otoño entre rugidos, naturaleza y mucha vida salvaje.

BIOPARC Valencia reafirma así su papel como un referente en conservación y sensibilización medioambiental, demostrando que la educación y la diversión pueden convivir en un mismo espacio… incluso cuando hay fantasmas, calabazas y telarañas de por medio.

Halloween salvaje en BIOPARC

En estos días de otoño, el miedo se ha vuelto salvaje en BIOPARC. Quienes recorren sus senderos descubren que las sabanas y selvas del parque se han llenado de calabazas sonrientes, lápidas, fantasmas y telarañas, en una ambientación “de miedo” diseñada especialmente para los animales. No se trata solo de decoración: este Halloween forma parte del programa de enriquecimiento ambiental, una iniciativa que estimula los sentidos y promueve el bienestar de las distintas especies.

Las escenas han sido tan divertidas como sorprendentes. Las crías de elefante Malik y Makena se convirtieron en las estrellas de la jornada, jugando y empujando calabazas con sus trompas bajo la atenta mirada de sus madres.

En otro rincón, los leones disfrutaban de su “menú de terror”: calabazas rellenas de carne fresca y gelatinas rojizas que simulaban sangre, despertando su instinto más salvaje. Los gorilas, por su parte, mostraron su inteligencia rebuscando entre los adornos para encontrar sus frutas preferidas.

También facóqueros, mangostas rayadas, hipopótamos, rinocerontes y lémures participaron en esta celebración “terroríficamente natural”, demostrando que la diversión y el bienestar pueden ir de la mano.