Especialistas del hospital de la Ribera alertan de los efectos nocivos del consumo continuado de bebidas energéticas. Los nutricionistas aseguran que estas bebidas contienen unas elevadas dosis de cafeína y azúcar. Así como otros estimulantes como el guaraná que, a medio y largo plazo, pueden provocar alteraciones del sueño. También irritabilidad, problemas de concentración, hipertensión, diabetes y trastornos cardiovasculares y neurológicos.
La jefa del Servicio de Nutrición y Dietética del Hospital de Alzira, Pilar Luna, habla sobre los efectos nocivos. Manifiesta que “el nivel de cafeína presente, por ejemplo, en una lata de 300 ml de una bebida energética equivale a 4 cafés, una dosis de estimulante que puede ser potencialmente peligrosa para cualquier persona”.
En este sentido, está demostrado que a las pocas horas de ingerir este tipo de productos, el cuerpo humano aumenta de manera considerable sus niveles de estrés. Acelera el ritmo cardiaco y la presión arterial, factores de riesgo nada recomendables en niños, adolescentes y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
Asimismo, personal especialista advierte que este tipo de refrescos contienen unos elevados niveles de azúcar. Aseguran que “con una lata de 300 ml de bebida energética, una persona ya estaría superando, en una sola ingesta, la cantidad diaria recomendada de azúcar simple, una de las principales causas de diabetes en los adultos hoy en día”.
Según el Servicio de Nutrición del Hospital de Alzira, otro de los aspectos a tener en cuenta es que las bebidas energéticas no son productos diseñados para la rehidratación tras la práctica deportiva, y menos en esta época del año de altas temperaturas. Tras cualquier actividad física lo recomendable siempre es la hidratación con agua.