Kwek Yu Xuan es una niña que ha cumplido un año y se ha convertido en la bebé prematura más pequeña del mundo que ha conseguido sobrevivir. Según ha informado el medio de comunicación ‘The Straits Times’ cuando nació la pequeña el pasado 9 de junio de 2020 tan solo pesaba 212 gramos. Es decir, su peso era equivalente al peso de una manzana.
El nacimiento de Kwek Yu Xuan fue totalmente inesperado para sus padres ya que se adelantó cuatro meses a la fecha prevista. Sus padres, Kwek Wee Liang y Wong Mei Ling, ambos de 35 años, tenían pensado mudarse de Singapur a Malasia para dar a luz a su futura hija. Sin embargo, tras varias complicaciones en el embarazo provocadas por una preeclampsia que ocasionaba una presión arterial bastante alta, los médicos tuvieron que realizarle una cesárea a la madre.
“No esperaba dar a luz tan rápido. Estábamos muy tristes al ver que Kwek Yu Xuan había nacido tan pequeña. Sin embargo, no teníamos otra opción. Solo podíamos esperar a que continuase creciendo”, comenta la propia madre al medio de comunicación.
Los esfuerzos de todo el equipo médico por sacarla adelante
En un principio, los sanitarios esperaban que el bebé rondase los 400 gramos. Sin embargo, cuando Kwek Yu Xuan nació vieron su delicado y frágil estado y decidieron dejar todos sus esfuerzos en el cuidado de la pequeña.
Ha sido el propio equipo médico del hospital donde ha sido atendida los que han tenido que remodelar todos los servicios para poderle dar una buena atención a la pequeña Kwek Yu Xuan. Durante este año en el que ha estado ingresada la bebé, las enfermeras han tenido que coser los propios pañales ya que no existían ninguno en el mercado que tuviese el tamaño idóneo para la menor.
“Necesitábamos innovar y encontrar algunos métodos improvisados para lidiar con un bebé tan pequeño. Era la primera vez que tratábamos a alguien tan pequeño”, comenta la doctora Yvonne Ng que ha estado al frente del equipo de neonatología que ha cuidado a la pequeña durante todo este año.
Según han contado, para suministrarle la medicación en sus primeras semanas de vida los propios enfermeros y médicos tuvieron que hacer cuentas con números decimales.
Otro de los detalles que ha llamado la atención es que nada más nacer, la piel de Kwek Yu Xuan era tan frágil que tenían que examinarla continuamente ya que las sondas o los parches que tenía en su cuerpo podían provocarle heridas y magulladuras en su cuerpo.
Tras un año de ingreso hospitalario y tras haber conseguido un peso de seis kilos, la pequeña Kwek Yu Xuan ha recibido el alta médica. No obstante, en su casa tendrá que seguir con los cuidados médicos ya que Kwek Yu Xuan padece una enfermedad pulmonar crónica con la que debe permanecer conectada a una ventilador que le proporciona oxígeno para poder respirar.