La comunidad de vecinos del complejo residencial Nicet Patraix ha conseguido un importante respaldo en su lucha contra la instalación de 24 apartamentos turísticos en los bajos de su edificio. Este lunes, representantes vecinales se reunieron con el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Valencia, Juan Giner, quien se mostró receptivo a sus demandas y se comprometió a revisar el expediente para estudiar posibles vías legales que impidan la actividad.
«El concejal ha sido receptivo y nos ha transmitido que están revisando el expediente detenidamente para ver si hay algún resquicio legal que permita frenar el proyecto», ha declarado Miguel Roig, presidente de la comunidad de vecinos, para Valencia en Abierto.
UN «HOTEL HORIZONTAL» QUE INQUIETA A LOS VECINOS
El conflicto comenzó cuando los residentes del complejo, ubicado en la Avenida José Roca Coll, descubrieron que la promotora Axis Consultoría en Soluciones Empresariales estaba transformando los bajos comerciales en 24 apartamentos turísticos. Según los vecinos, esta transformación convertiría la planta baja del edificio en un «hotel horizontal», alterando la naturaleza residencial del inmueble y afectando su tranquilidad.
La comunidad de propietarios ya había modificado sus estatutos en mayo del pasado año para prohibir los pisos turísticos, pero la promotora impugnó la decisión alegando que el cambio necesitaba unanimidad y no la aprobación por tres quintas partes de los vecinos.
Pero, más allá de la futura problemática de convivencia con los apartamentos, los vecinos también denuncian daños en elementos comunes del edificio. Según Miguel Roig, la promotora «rompió más de 10 metros de fachada para instalar cuatro puertas sin previo aviso a la comunidad». Como respuesta, la aseguradora de los vecinos, ha demandado a la promotora exigiendo la restitución de la fachada a su estado original.
«El gabinete jurídico del seguro de la comunidad ha demandado para que vuelva la fachada a su nivel original», confirmó Roig.
UN FUTURO INCIERTO, PERO CON APOYO MUNICIAPAL
A pesar de la tranquilidad que transmitió la concejalía en la reunión, las obras siguen avanzando a un ritmo acelerado. «Creo que quieren empezar para Fallas», advierte Roig, preocupado por la posibilidad de que los apartamentos comiencen a operar antes de que se resuelva la situación legal.
Mientras tanto, el Ayuntamiento mantiene su postura de revisar con detalle los expedientes. Desde la concejalía de Urbanismo señalan que con la nueva normativa urbanística que está en desarrollo, este tipo de proyectos no podrían llevarse a cabo. Entre las limitaciones que se pretenden imponer, se restringiría la presencia de pisos turísticos al 2% de las viviendas del barrio y al 15% de los bajos comerciales de una misma manzana.