El edificio vecino del Miguelete se transforma: así será la Casa del Relojero de Valencia
Diseño de la rehabilitación de la Casa del Relojero de Valencia. / CONTELL-MARTÍNEZ ARQUITECTOS

El Ayuntamiento de Valencia finalizará en los próximos días las obras de consolidación y rehabilitación de la Casa del Relojero y la construcción del nuevo edificio anexo, en el solar que ha permanecido vacío durante 20 años frente al Miguelete. Esta primera fase del proyecto dará paso a la habilitación del edificio como un nuevo contenedor cultural.

La Casa del Relojero albergará una nueva dotación pública para convertirse en un nuevo contenedor cultural. Aunque el consistorio quería que este edificio pudiese comercializar todos los productos culturales de los que dispone la ciudad, ahora la decisión de materializar esta propuesta será del nuevo equipo municipal del PP.

Según ha señalado la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo y Renovación Urbana en funciones, Sandra Gómez, el objetivo del Ayuntamiento con la Casa del Relojero era «unificar la venta de entradas para el teatro, museos o cualquier producto relacionado con la cultura que se realice en la ciudad».

Entrada de la Casa del Relojero de Valencia. / CONTELL-MARTÍNEZ ARQUITECTOS

Los trabajos pondrán a disposición del Ayuntamiento un edificio completo de 430 metros cuadrados útiles en forma de L. Este dejará libre la esquina de la calle Brodadors y Cobertís dels Brodadors para generar una plaza semiabierta y dar cumplimiento a una reivindicación vecinal histórica.

SALE A LA LUZ UNA PINTURA OCULTA EN LA CASA DEL RELOJERO

Las obras de este edificio histórico, datado en el siglo XVII y que servía de residencia para los relojeros que vigilaban el buen funcionamiento del reloj que en su día estaba adosado al Miguelete, han contado con un presupuesto de 902.000 euros, financiados con cargo al Plan Confianza.

Rehabilitación de la Casa del Relojero de Valencia. / CONTELL-MARTÍNEZ ARQUITECTOS

Durante los trabajos se ha descubierto una pintura oculta en uno de sus muros interiores que reproduce una especie de florón que se ha conservado así como la huella de una abertura en la fachada que nunca llegó a ejecutarse y que pretendía conectar el edificio con el adyacente.

Igualmente, se han encontrado los rótulos originales de un antiguo comercio que se han trasladado al Servicio Municipal de Arqueología para su recuperación y conservación. El edificio histórico se ha recuperado con su color original verde aguamarina mientras que en el nuevo se ha optado por un color ocre.