A poco más de una hora de Valencia, en plena comarca de Los Serranos, Aras de los Olmos emerge como un rincón que sorprende por su historia, sus paisajes y su apuesta por el arte en el espacio público. Cada primavera, este pueblo se convierte en un museo al aire libre gracias a la celebración de Aras en Flor, un certamen que este 2025 celebra su séptima edición con más color, participación y actividades que nunca.
Del 17 de mayo al 22 de junio, las calles, fachadas, balcones y espacios públicos se llenan de jardines efímeros, instalaciones florales y arte urbano, diseñados por vecinos y artistas de toda España. El resultado: una experiencia sensorial que reinventa la vida rural a través de la creatividad colectiva.
Un pueblo que florece con arte… y con historia
Pero Aras en Flor no es solo un concurso artístico, es una forma de conocer un territorio lleno de patrimonio y de pequeñas joyas arquitectónicas. El casco antiguo de Aras, con sus calles de casas blancas, balcones de forja y tejados de barro, guarda lugares únicos como la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, del siglo XVI, el Horno Medieval, los huertos tapiados o el curioso Jardín Etnobotánico.
La visita puede comenzar en la Casa del Cortijo, sede del CM Ecomuseo de Aras de los Olmos, un museo diferente que invita a conocer la cultura y la historia local a través de distintos espacios repartidos por el pueblo. En su patio se encuentra la Torre del Cortijo y la Almazara de Cera, vestigios vivos de la historia agrícola y artesanal de la zona.
Bajo el cielo más limpio: ciencia, estrellas y rutas
Uno de los grandes atractivos de Aras es su cielo. Destino Starlight reconocido, es uno de los mejores lugares de Europa para practicar astroturismo. Durante Aras en Flor, se organizan observaciones astronómicas que combinan ciencia, naturaleza y poesía nocturna. A esto se suman rutas geológicas, visitas al observatorio astronómico, y actividades para toda la familia, como una parada ante la impresionante réplica del Losillasaurus Giganteus.
Para quienes quieran ir más allá del núcleo urbano, se recomienda visitar la Ermita de Santa Catalina, del siglo XVII, o la cercana aldea de Losilla de Aras, desde donde se accede a un mirador con vistas a una preciosa caída de agua sobre el río Arcos. También destacan su fuente natural y el antiguo molino de la central eléctrica.
Más que flores, Aras es música, talleres y comunidad
El certamen se acompaña de un calendario de actividades que incluye talleres medioambientales, conciertos al aire libre, rutas guiadas por las instalaciones florales, encuentros con la biodiversidad local, ciencia ciudadana y experiencias gastronómicas.
Aras en Flor no solo embellece, sino que conecta a las personas con el entorno, el arte y la memoria del lugar. Es una invitación a mirar con calma, a sentir con los cinco sentidos, y a descubrir cómo un pueblo pequeño puede convertirse, durante unas semanas, en el centro de una gran experiencia cultural y paisajística.