Paterna ha vuelto a desplegar la alfombra roja con el Festival Antonio Ferrandis. Los cines Kinepolis celebraron anoche el preestreno de ‘El año de la furia’ (estreno el 28 de mayo), una producción dirigida por Rafa Russo que traslada al espectador al Montevideo de los años 70.
El director de la cinta, no dudó en perderse la cita en la sala de cine donde también asistió la actriz y protagonista Martina Gusman. Alberto Ammann, Joaquín Furriel, Daniel Grao, Sara Sálamo, Maribel Verdú, Paula Cancio, Miguel Ángel Solá y Sebastián Iturria completan el reparto.
La producción recorre los momentos previos al estallido de la dictadura en la capital uruguaya. Con ‘El año de la furia’, Ruso ha querido ilustrar cómo la sociedad reaccionó a la violencia del totalitarismo. Eso sí, el también guionista quiso dejar espacio para la amistad y la vocación en este thriller. Por ello, las cámaras muestran diferentes escenarios, desde una humilde tienda de zapatos hasta la redacción de un canal de televisión. En cada uno de estos lugares irrumpe el despertar de una dictadura y con él la opresión, la violencia y el abuso.
«La dictadura lo impregna todo», explica su director. En palabras de Russo, la película recoge ambos relatos, tanto el del lado de los opresores como el de los oprimidos. «Hay diferentes personajes que están buscando cualquier resquicio de dignidad y de integridad», señala.
Martina Gusman: de ‘El inocente’ a ‘El año de la furia’
La actriz argentina Martina Gusman, una de las últimas revelaciones de la popular serie de Netflix ‘El inocente’, se mete en la piel de Susana. Gusman da forma a la historia de una prostituta que forma parte del lado romántico del filme. Según reconoce la propia intérprete, el personaje ha sido un reto «por toda la contradicción que implica».
La película también ha supuesto un desafío para el propio director, pues suele ocupar el papel de guionista. Sin embargo, reconoce que el trabajo ha valido la pena. «Hubo que organizarse muy bien porque solo contábamos con seis semanas de rodaje», declara. En este sentido, Russo señala que el filme le ha servido para lanzar un mensaje a la sociedad. «Es importante que la sociedad sea consciente de la historia para que no se repita», concluye.