Son 21.000 hectáreas de tesoro natural que dan vida no solo a un ecosistema único en el mundo sino a centenares de familias. La Albufera de Valencia es la fuente de ingresos de pescadores, agricultores y de un sector turístico que vive de mostrar este patrimonio natural valenciano.

Un parque que, ahora mismo está en situación de emergencia, la contaminación de sus aguas hacen peligrar su supervivencia. Los pescadores del Palmar consideran que la situación se podría haber evitado si las administraciones hubieran actuado hace décadas.

Creen que por fin ahora es el momento de que la Albufera deje de estar en en lista de espera y pase a recuperar el esplendor que caracteriza en este espacio natural protegido. Para ello, afirman, es necesario que todas las administraciones implicadas en su cuidado trabajen todos a una. Un consenso que con anterioridad no ha sido posible. Por eso piden un diálogo real entre gobierno central, gobierno autonómico y ayuntamiento de Valencia. Es responsabilidad de todos salvar este patrimonio natural valenciano.