(SONIA GARCÍA).- La Albufera de Valencia se encuentra en un punto de inflexión. Se enfrenta a problemas como la calidad del agua, la falta de caudal y la anoxia producida por la acumulación de paja y arroz.
En consecuencia, algunas especies marinas estás desapareciendo. En cambio, otras están volviendo a aparecer debido a las medidas que las autoridades están tomando para salvaguardar el parque.
José Caballer, presidente de la Cofradía de Pescadores de El Palmar, ofrece un diagnóstico de los humedales. En la Albufera se cultiva arroz desde hace más de 200 años y el problema de la acumulación de paja tan solo está presente desde hace 10. Los restos de paja se pudren en las lagunas. Además, el agua que reciben los arrozales no está 100% depurada.
A la mala calidad del agua, se le suma otro problema. El caudal no alcanza el mínimo necesario para su conservación. Si antes se llevaban a cabo treinta renovaciones de agua anuales, ahora son sólo cinco. La falta de cuidados está provocando la desaparición de la vegetación sumergida y la reducción de la diversidad marina.
Este año se llevarán a cabo una serie de medidas. Se espera construir una depuradora sustituyendo a la anterior, que quedó inutilizada debido a su ineficacia. Además, se creará una comisión científica para determinar las acciones necesarias para salvar la Albufera. Al fin, parece que las autoridades arrojan luz sobre el problema.
La recuperación parece comenzar a encauzarse, pero se tardarían décadas en recuperar lo dañado. Si se quiere preservar este ecosistema único, será necesaria una gran inversión. Un paso en falso, podría llevar a la Albufera a su desaparición.