El presunto pirómano de El Saler niega su implicación y atribuye su detención a otros antecedentes
El presunto pirómano de El Saler, Juan C. E., a su llegada al juzgado.

El inicio del juicio contra Juan C. E., presunto autor de dos incendios forestales en la zona protegida de El Saler, ha estado marcado por la firme negación del acusado. El letrado, de profesión abogado penalista, se enfrenta a una pena de seis años de prisión por un delito continuado de incendio forestal, además de una indemnización civil que supera los 120.000 euros.

Durante la primera jornada del juicio, celebrada en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Valencia, Juan C. ha asegurado no tener relación con ninguno de los dos fuegos —registrados el 21 de octubre de 2023 y el 14 de enero de 2024— por los que se le juzga. En el caso del primero, afirmó haber visto las llamas mientras paseaba por la Gola de Pujol y ser él quien alertó al 112.

Respecto al segundo incendio, ocurrido cerca del antiguo parque de bomberos, ha negado rotundamente estar presente en la zona ese día. «Yo no estuve cerca de allí», ha zanjado el acusado. Su defensa insiste en que la detención responde a unos antecedentes policiales del año 2000. Fue entonces cuando un petardo lanzado desde su domicilio causó un incendio accidental durante las Fallas. A ello se suma otro episodio en 2005 que fue archivado por falta de pruebas.

Los indicios y la investigación del Seprona en El Saler

El equipo del Seprona de la Guardia Civil ha aportado varios elementos que sustentan la acusación: la presencia del presunto autor en las inmediaciones de los focos, el hallazgo de más de 80 mecheros en su vivienda y el testimonio de una testigo que aseguró haberlo visto salir del área incendiada. «Cuando le chillé y se paró, sacó el móvil y llamó a Emergencias», ha declarado la joven, cuyo relato ha corroborado su pareja.

Según los investigadores, ambos fuegos fueron intencionados y no fruto de causas naturales o accidentales. Se iniciaron en zonas de alto valor ecológico, próximas a viviendas, lo que elevó el riesgo y obligó al desalojo de varias familias. El patrón de actuación detectado durante los incendios también apuntaba a un mismo autor, reforzando la acusación.

Aunque inicialmente se le imputaban hasta once siniestros, finalmente solo dos de ellos han llegado a juicio debido a falta de pruebas concluyentes. El propio acusado ha expresado sentirse «vapuleado» por los medios y víctima de un juicio público previo motivado por su historial.