La historia del canónigo emérito de la catedral de Valencia asesinado el pasado mes de enero, Alfonso López Benito, continúa saliendo a la luz. La última información es que el sacerdote ya vivió en 2013 un suceso similar al del descubrimiento de su fallecimiento.
Según han avanzado desde el diario Levante EMV, el 18 de diciembre del citado año la Policía Nacional tuvo que acudir a su domicilio, entonces en la calle Gobernador Viejo, tras alertarse de una emergencia en la vivienda, muy próxima al piso de la calle Avellanas donde el canónigo falleció.
El mismo López Benito fue quien alertó al 112 cuando en teoría se encontraba con un amigo que mostraba dificultades para respirar. Sin embargo, cuando llegaron los servicios de emergencias el hombre de 57 años y nacionalidad rumana ya había fallecido.
EL CUERPO SE ENCONTRÓ TENDIDO EN LA CAMA CON ROPA INTERIOR
Al igual que sucedió en el descubrimiento del crimen del sacerdote, el cuerpo apareció tumbado en la cama de matrimonio. El hombre estaba prácticamente desnudo y su única prenda era una pieza de ropa interior.
La víctima era uno de los hombres que el canónigo acogía en su casa y según reveló la autopsia murió por un ataque al corazón sin encontrarse otras evidencias. El fallecido no llevaba documentación y la Policía Científica tuvo que intervenir para dar con su identidad. Dado que era una persona sin recursos, el difunto recibió un sepelio de la beneficencia y está enterrado en el cementerio de Valencia.
El hombre responde a las características del tipo de personas que frecuentaban la casa de don Alfonso López: un varón inmigrante y sin recursos que requería de ayudas para sustentarse. Aunque se desconoce si en este caso se mantuvieron relaciones sexuales, la situación en la que se encontró el cadáver podría indicar que el fallecido fue otro caso de abusos sexuales a cambio de dinero o un techo bajo el que refugiarse.