La Clínica de Animales de Kalispell, en Estados Unidos, ha contado la historia de su gata de pelo largo, Fluffy. Su familia la estaba buscando en medio de una ola de frío en Estados Unidos, estaban preparados para lo peor, pero finalmente han tenido suerte, apareció congelada pero se ha recuperado. Cuando llegó a la clínica estaba sin sensibilidad y cubierta de nieve con una temperatura corporal muy baja, de hecho los termómetros no marcaban la temperatura.
Al principio, el animal no reaccionaba, con la ayuda de un secador de pelo y toallitas calientes consiguieron ponerlo en su temperatura, cuya cifra debe de ser de 38 grados. El doctor Devon Clark relata con emoción como Fluffy empezó a recuperarse milagrosamente.