Desde que ayer por la tarde saltase la noticia de que los bancos no iban a hacerse cargo de los impuestos hipotecarios, es decir, los gastos que se generan al firmar un crédito, saltaron todas las alarmas. Las redes sociales ardían en esta decisión tomada por el Tribunal Supremo y que a ojos de muchos, era injusta ¿Pero cómo afecta de verdad a la economía doméstica esta decisión?
En tan solos dos días, la mayoría de los magistrados que han sometido esta decisión a votación ha regresado al antiguo Reglamento del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que data de 1995. Y aunque la decisión parece firme, la duda está en si habría algún resquicio para poder recurrirla.
Los ciudadanos también están divididos. Unos opinan que es una votación injusta y otros abogan por dejarlo como está, ya que es una decisión judicial.
Lo que está claro es que es que de momento serán los hipotecados los que se hagan cargo de los gastos de un hipoteca y hasta que el gobierno de Pedro Sánchez pueda rectificar, serán muchos los que no puedan solicitar un crédito para seguir con sus vidas.