Finaliza la 51.ª edición del concurso de belenes organizado por Junta Central Fallera, un certamen que cada año despierta una enorme expectación entre las comisiones, los visitantes y todo aquel que disfruta de esta tradición tan arraigada en el mundo fallero.
En esta ocasión, el primer premio en la categoría A de la modalidad de belén tradicional ha recaído en una comisión que ya sabe lo que es subir al podio. Un año más vuelve a demostrar su talento, se trata de la Falla Cruz y Mislata. Su creación artística ha conquistado nuevamente al jurado, que ha reconocido el espectacular trabajo que han llevado a cabo durante meses.
Este premio, además, llega en un momento especialmente significativo para la comisión, ya que este año celebran su centenario. Cien años de historia que se notan en la manera en la que viven las tradiciones y en cómo cuidan cada detalle.
El belén, su colocación y la inauguración se han convertido en una rutina fallera más, algo casi sagrado para ellos. De hecho, cada año buscan innovar, sorprender y hacer algo distinto o más espectacular que lo del año anterior. Esto mismo lo convierte en una pieza muy especial que va creciendo en cariño y dedicación edición tras edición. No es de extrañar que Marta Julián, la Fallera Mayor, describa el belén como “una falla más dentro de la falla”.
El responsable de esta creación es Vicente Llopis, que lleva desde 2004 trabajando para elevar el nivel del belén y de la propia comisión. Para él, montar el nacimiento nunca ha sido simplemente colocar figuras, sino construir una auténtica obra con intención, narrativa y trabajo detrás. “Esto lleva muchos meses de implicación. Este, concretamente, comenzamos a trabajarlo en enero”, explica. Y se nota. Cada rincón del montaje tiene un motivo y un porqué.
nuestra virgen maría es singular
Una de las características que vuelve único este belén es que incorpora escenografías poco habituales, como Egipto o el Palacio de Eros. Son escenas más atípicas, pero aportan una visión distinta y muy atractiva para quienes lo visitan. Todo esto permite ampliar la historia más allá del relato tradicional. Incluso la figura de la Virgen María destaca por su originalidad. “Es muy especial, es de las pocas figuras que aparece amamantando al Niño Jesús”, cuenta Toni Vergara, presidente de la falla.
Para Marta Julián, uno de los aspectos que más ilusión le hace del premio es la implicación de los niños, ya que el galardón se destina a la comisión infantil. Aun así, reconoce que también supone un enorme reconocimiento a todos los meses de trabajo y esfuerzo.
El belén no se limita únicamente a la parte religiosa, sino que abre la puerta a un abanico de escenas diversas. Entre ellas, un guiño precioso a València y a uno de sus elementos más representativos: la huerta valenciana. En “el poco hueco que les queda”, como dice Llopis, han recreado un trocito de huerta con su terreno, sus figuras y su espíritu. De esta forma se le añade todavía más personalidad al conjunto.
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No es la primera vez que la Falla Cruz y Mislata brilla en este concurso. En 2023 ya consiguieron también el primer premio. Este año, su presidente confesaba tener un presentimiento antes de conocer el veredicto: “Esperamos el primer premio, aunque cualquier premio será un reconocimiento”. Al final, su intuición no falló.
Lo que sí está claro es que estas navidades brindarán por un trabajo bien hecho y reconocido. Además, han dejado claro que serán una comisión difícil de superar el año que viene. Porque, una vez más, han demostrado que su belén no solo se mira: se vive.
