En un día histórico para la Comunitat Valenciana, marcado por la toma de posesión de Juan Francisco Pérez Llorca como nuevo president de la Generalitat, Felipe Carrasco, secretario autonómico de Industria, Comercio y Consumo, visitó el plató de Ágora para analizar el estado real de la industria valenciana un año después de la DANA y en plena transición política. La entrevista, realizada apenas unas horas después del discurso inaugural del nuevo president, se convirtió en una radiografía completa de la recuperación económica, los desafíos de futuro y el papel de la industria como motor del territorio.
Un nuevo president y un mensaje de consenso
Carrasco comenzó valorando el nuevo liderazgo político. Se mostró ilusionado con la llegada de Pérez Llorca, a quien definió como una persona cercana, dialogante y capaz de buscar consensos en un momento social y político complejo. No ocultó su vínculo personal con él: ambos han coincidido durante años en el partido y, además, el nuevo president estudió parte de su formación en Ontinyent, el municipio natal del propio Carrasco. También consideró oportuno que el president dedicara sus primeras palabras a las víctimas de la DANA y que llamara a la oposición a colaborar, algo que, según subraya, el Consell viene promoviendo desde el primer día: “Hemos tendido la mano y esperamos reciprocidad”.
Un año después de aquella devastadora jornada del 29 de octubre, la situación, dice, es distinta. Aunque reconoce que la DANA dejó “una radiografía tremenda”, el secretario autonómico afirma que el sector industrial y comercial en el perímetro afectado muestra hoy signos claros de recuperación. Un reciente estudio de la Cámara de Comercio de Valencia apunta incluso a un dato sorprendente: pese al cierre de empresas, hay más personas contratadas en la industria dentro de la zona afectada que antes de la catástrofe. Para Carrasco, esta cifra refleja “el mérito enorme” de empresarios, empresarias y trabajadores que “se han levantado con esfuerzo y resiliencia”, un rasgo que considera propio del ADN valenciano.
Trámites, burocracia y el reto de agilizar lo público
No obstante, no oculta que persisten problemas graves, especialmente el retraso del Consorcio de Seguros en la valoración de daños. Esa demora, asegura, ha mantenido a muchas empresas “estranguladas” e incapaces de planificar su recuperación. Frente a estas dificultades, recuerda que la Generalitat ha destinado más de 230 millones de euros en un año para apoyar a empresas y comercios afectados, la mayor respuesta económica del Consell ante una emergencia de este tipo. Y adelanta que el trabajo no ha terminado.
La eliminación de burocracia es, según Carrasco, la gran batalla pendiente. Empresarios y empresarias se lo repiten en cada reunión y él admite que aún existen demasiados trámites que ralentizan la actividad económica. La Generalitat, afirma, ya ha tomado medidas con la aprobación de la Ley 6/2024, una norma viva que se actualizará anualmente para seguir simplificando trámites y facilitando la actividad a quienes quieren invertir y crecer.
Automoción y grandes inversiones: un motor que empuja
En paralelo, la industria valenciana vive un momento crucial con sectores como la automoción, donde conviven Ford y la gigafactoría de PowerCo en Sagunto, junto a una potente red auxiliar. Carrasco explica que esta industria se encuentra en plena transición hacia la descarbonización y que, para acompañarla, el Consell ha puesto en marcha medidas muy concretas: programas de recualificación, centros de desarrollo de talento y nuevos proyectos formativos impulsados por la patronal metalmecánica, todo con el objetivo de preparar a los trabajadores para el escenario industrial del 2027 y los años posteriores.
La Generalitat se ha fijado un objetivo ambicioso, que la industria represente el 20% del PIB valenciano. Aunque ese porcentaje no se alcanzará antes de 2028, Carrasco subraya que la evolución es positiva. En dos años se han creado más de 65.000 empleos industriales, un crecimiento del 20% que convierte a la Comunitat en la segunda autonomía de España en volumen de empleo industrial. Para él, estas cifras demuestran que la estrategia funciona: más energía sostenible, más suelo industrial, más simplificación administrativa y una nueva política de clústeres ya en marcha.
Los sectores estratégicos: microchips, defensa, construcción industrializada y salud
Pero el futuro no se sostiene solo sobre la automoción. Carrasco identifica cuatro sectores clave para la reindustrialización: los semiconductores, donde la Comunitat concentra la mitad del talento español en diseño de microchips; la industria de defensa, con un ecosistema que ya opera de forma sólida; la construcción industrializada, en plena expansión; y la industria sanitaria, en la que espera un crecimiento notable. El Consell, afirma, respaldará su desarrollo con nuevos espacios de formación, infraestructuras estratégicas y medidas de impulso empresarial.
El talento es otro de los ejes de transformación. Carrasco insiste en que no basta con atraerlo: primero hay que retenerlo. Para ello, explica, es necesario un ecosistema en el que centros de investigación, universidades e industrias convivan y generen oportunidades reales. La Comunitat, sostiene, ya lo tiene. El resto depende de la competitividad de las empresas, que solo podrán captar talento si innovan, se modernizan y crecen. Y en eso —asegura— la administración seguirá acompañándolas.
La sostenibilidad también forma parte del ADN industrial que quiere impulsar el Consell. Carrasco destaca un dato revelador: el 69% de los proyectos apoyados por Ivace entre empresas y centros tecnológicos ya se inscriben en modelos de economía sostenible. Para él, esto demuestra un cambio de mentalidad decisivo: “No habrá industria que no sea sostenible”.

Consumo: vigilancia, protección y lucha contra la competencia desleal
Además de industria y comercio, la Secretaría que dirige Carrasco también ejerce un papel de vigilancia en materia de consumo. En este terreno, defiende que se han endurecido las sanciones y controles para evitar la entrada de productos falsificados o que incumplen la normativa, protegiendo así al comercio local y a las empresas que sí cumplen la ley.
En cuanto a la reconstrucción tras la DANA, insiste en que aún queda mucho por hacer, especialmente en infraestructuras de prevención. Anuncia que los presupuestos de 2026 incluirán líneas específicas para que ayuntamientos y polígonos industriales puedan invertir en protección ante futuros episodios de lluvias extremas. Reconoce que las DANAs volverán y que el territorio debe estar preparado para que no se repita el daño sufrido hace un año.
La entrevista concluyó con la inevitable pregunta sobre la nueva etapa política que se abre con la llegada de Pérez Llorca y la posibilidad de cambios en el Consell. Carrasco fue prudente: cualquier remodelación corresponde al president, y confía en que cualquier decisión irá orientada a garantizar lo mejor para los valencianos.












