Valencia se juega su presencia en el próximo Mundial 2030 mientras crece la incertidumbre sobre el reparto definitivo de sedes en España. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, considera incomprensible que una ciudad con la infraestructura, capacidad hotelera y tradición deportiva de Valencia quede fuera del mapa mundialista. “Sería un fracaso que Valencia no tuviera Mundial”, afirmó, remarcando que la capital del Turia era una de las plazas previstas inicialmente para acoger partidos de la competición.
Rubiales asegura que, durante su mandato, España estaba llamada a liderar la candidatura con más del 60% de los encuentros y varias sedes confirmadas. Entre ellas, Valencia, que contaba con el apoyo técnico y los requisitos exigidos por FIFA. Sin embargo, la salida de su equipo directivo y los cambios políticos han dejado el proceso en el aire.
“Los técnicos que trabajaban diariamente en la candidatura ya no están. Si se deja sola a la estructura, si se aparta a quienes saben, es difícil que todo siga su curso”, lamenta.
Málaga y otras ciudades, también en el foco
Rubiales cita otros casos que considera “inexplicables”, como la posible exclusión de Málaga, pese a disponer del tercer aeropuerto de España, una conectividad internacional estratégica y capacidad hotelera de primer nivel. Para él, estos movimientos responden más a dinámicas políticas que a criterios deportivos o logísticos.
En su opinión, si ciudades como Valencia, con estadio, afición, visibilidad internacional y experiencia en grandes eventos, quedan fuera, se estaría “renunciando a activos esenciales para el éxito del Mundial”.
Rubiales niega protección política
Rubiales rechaza que Pedro Sánchez lo respaldara durante su etapa en la RFEF y sostiene que se generó “una falsa apariencia” de proximidad con el Gobierno. Afirma que su relación con Sánchez fue estrictamente institucional y que nunca estuvo bajo su amparo político.

“Errores estratégicos” del Gobierno
El exdirigente también acusa al Ejecutivo de tomar decisiones sin conocer los tiempos y reglas de la FIFA, lo que, según él, pudo comprometer la candidatura. Señala como ejemplo la incorporación de Marruecos anunciada antes de la criba europea, algo que considera precipitado.
Así y todo, Rubiales recuerda que Marruecos aportó más de 50 votos decisivos desde África, mientras España reunía los de Europa y parte de Latinoamérica. Sin ese apoyo, admite, habría sido difícil competir con Arabia Saudí.
“Han quitado a los peones, a las torres, a los alfiles. Esto ya no es fútbol, es política”
El exmandatario lamenta que la organización haya perdido a los perfiles técnicos que dirigían el proyecto.
Un futuro en manos de decisiones ajenas al césped
Rubiales evita pronunciarse sobre si la final se celebrará en Madrid o Rabat, pero advierte que los cambios de planificación muestran que el Mundial 2030 no se está construyendo únicamente desde el deporte. “Yo quiero mucho al fútbol español, pero opinar sin estar dentro sería poco riguroso”, señala.
Mientras la FIFA define los próximos pasos, la gran pregunta permanece abierta:
¿Permitirá España que Valencia quede fuera de la gran cita del fútbol mundial?













