El tablero político valenciano cambia de manos. Pérez Llorca, candidato del Partido Popular, ha obtenido la confianza de «Les Corts» tras satisfacer las demandas de Vox durante su discurso de investidura. La votación, resuelta en primera ronda, ha otorgado al popular los 53 votos de la derecha frente a los 46 noes emitidos por las fuerzas de izquierda. Mazón, que únicamente ha asistido para votar, se despide así de la presidencia.
En los próximos días, la maquinaria administrativa cerrará el proceso con la publicación en el BOE tanto del nombramiento de Llorca como del cese de Mazón. Será entonces cuando se active el protocolo para la toma de posesión, cuyo día todavía no está fijado, pero que convertirá oficialmente al nuevo dirigente en el octavo president de la Generalitat en democracia, el sexto del PP.
Aunque durante semanas PP y Vox han negociado los términos del pacto, la jornada parlamentaria comenzó sin una confirmación explícita del apoyo de los de Santiago Abascal. El propio Llorca admitió la incertidumbre en su primera intervención. Sin embargo, en los pasillos de las Corts la sensación general era de tranquilidad.

Entre los primeros en saludar al nuevo líder estuvieron la alcaldesa de València, María José Catalá; su predecesor Mazón; y los portavoces del PSPV y Compromís, José Muñoz y Joan Baldoví.
Compromisos adquiridos por Pérez Llorca
La alianza entre PP y Vox ha ocupado buena del debate parlamentario. El partido de Abascal exigió definiciones claras y medidas concretas, especialmente en tres frentes: inmigración, fiscalidad y oposición al Pacto Verde Europeo. Llorca, alcalde de Finestrat, aceptó el pulso. El popular prometió, desde primer momento, ejecutar partidas acordadas para realizar pruebas de edad a menores migrantes y publicar estadísticas desglosadas por origen, explicando que esa transparencia ya existe en regiones como Cataluña y Euskadi. “La convivencia y la seguridad no son racismo”, subrayó.
En materia de agricultura, volvió a cargar contra el Pacto Verde. El objetivo es defender el campo valenciano y calificó esta normativa como “la mayor amenaza”. Llorca reiteró también su compromiso con la continuidad de la central de Cofrentes y aseguró que «dará la batalla» por el agua.

En fiscalidad, un objetivo: seguir bajando impuestos. Así anunció que el apoyo y las desgravaciones llegarán a las bandas de música y que vivir en la Comunitat Valenciana será más barato.
La única discrepancia visible se situó en torno a la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Aunque no aceptó más recortes, sí abrió la puerta a redefinir su función para centrarla en labores de vigilancia, y no de promoción.
Un discurso sosegado y conciliador
Desde su primera intervención, hasta la última, con la investidura asegurada, Pérez Llorca ha mantenido un discurso conciliador, de diálogo y sosegado. Prometió pedir perdón a los afectados por la dana, enmendar errores, alcanzar consensos y ofrecer una etapa “de serenidad” y “diálogo”. Apeló directamente al PSPV y a la oposición para llevar a termino una política responsable y que mejore la vida de los valencianos.










