La Policía registra la clínica dental de Alzira
Exterior de la clínica dental de Alzira

La pasada semana se desencadenó un suceso que ha sacudido a Alzira. Una niña de seis años falleció horas después de someterse a un tratamiento dental en la clínica privada Mireia. Además, otra niña de cuatro años, atendida en el mismo centro con apenas un par de horas de diferencia, tuvo que ser ingresada de urgencia.

Ambas niñas presentaron síntomas similares tras la sedación: somnolencia, vómitos y dificultades respiratorias. La propietaria de la clínica, odontopediatra, aseguró entonces que la niña fallecida salió “aparentemente bien” tras el procedimiento.

Finalmente, hace unos días la otra niña afectada abandonó la UCI del Hospital Clínic y ha pasado a planta. Por ahora, la investigación sobre el tratamiento que recibieron ambas menores sigue en marcha, y los informes médicos señalan que no se trató de anestesia general, sino de sedación intravenosa.

Comienza el registro en la clínica

Este miércoles, agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional han registrado la clínica de Alzira donde fueron atendidas las dos pequeñas. Según informa el diario LAS PROVINCIAS, policías vestidos de paisano, han entrado en el centro con una orden judicial para localizar sustancias utilizadas en la sedación intravenosa y revisar documentación relacionada con la trazabilidad de los fármacos.

Durante la inspección, los agentes han incautado material sanitario y dosis para sedación, además de historiales y registros internos. Algunas valijas han sido introducidas en un vehículo policial mientras dentro continuaba el examen de los gabinetes dentales.

La propietaria del centro ha llegado poco después de las diez de la mañana y ha permanecido junto a los agentes, la secretaria judicial y un inspector de Sanidad. A las once han entrado dos especialistas de la Policía Científica con un maletín y una cámara para documentar el estado de las instalaciones. Posteriormente, cinco técnicos de la Generalitat acreditados se han sumado al procedimiento para colaborar en la verificación administrativa y sanitaria.

La autopsia no esclarece la investigación

Uno de los puntos claves para esclarecer la investigación era la autopsia, sin embargo, ha sido en vano. La autopsia preliminar practicada a la niña de seis años no ha permitido esclarecer por ahora la causa de la muerte. El informe forense descarta que la menor padeciera patologías previas, malformaciones cardíacas o cualquier obstrucción en las vías respiratorias que pudiera explicar el desenlace. Tampoco se han detectado indicios de aspiración de vómito ni restos vinculados a las intervenciones odontológicas.

Con este primer examen sin conclusiones, la investigación queda ahora a expensas de los análisis toxicológicos en sangre, orina y tejidos, así como del estudio de las ampollas y viales usados en la sedación y la anestesia local, remitidos al Instituto Nacional de Toxicología. Estos resultados serán determinantes para esclarecer si algún fármaco, dosis o alteración en los preparados pudo desencadenar la reacción crítica que sufrió la menor y la intoxicación aguda de la otra niña atendida horas antes.

Sanidad confirma: el centro no tenía permiso para sedación intravenosa

Finalmente, la Conselleria de Sanidad ha confirmado que la clínica solo estaba autorizada para actividad dental habitual y para administrar anestésicos locales, pero no para realizar sedaciones intravenosas, como las que se practicaron a las niñas. Tampoco disponía de una sala de recuperación post-sedación, según declaró la odontopediatra en su comparecencia policial.

La titular del Juzgado de Instrucción nº 5 de Alzira mantiene abiertas diligencias previas para esclarecer el fallecimiento y la posible responsabilidad penal. Mientras tanto, la clínica continúa cerrada temporalmente y la Policía analiza la documentación incautada para determinar si se produjo una negligencia profesional, una administración incorrecta de la anestesia o un problema con el fármaco utilizado.

Por el momento, el entorno familiar vive en estado de shock. Los padres, cuya hija era hija única, han necesitado apoyo psicológico tras lo ocurrido. “No podemos más”, explicaron en su testimonio. Mientras tanto, los agentes continúan investigando el caso con todos los escenarios abiertos.