Vuelve el derbi valenciano y habrá tres jugadores que han pasado por ambos equipos. Un fenómeno muy común con algunos destacados ejemplos

Este viernes 21 a las 21 horas Mestalla será testigo de un nuevo enfrentamiento entre el Valencia CF y el Levante UD. Dos equipos cuya condición de vecinos ha llevado a que sea común que muchos jugadores pasen por ambos equipos, tantos como un total de 138.

Tres de esos futbolistas que han vestido en algún momento la elástica de ambos conjuntos de la ciudad del Turia serán protagonistas este viernes. César Tárrega y Pepelu, en el Valencia, y Mathew Ryan, en el conjunto levantinista, buscarán la  victoria frente a su exequipo en la vuelta del derbi valenciano.

El presente de una situación clásica del derbi

El combinado granota alineará al exvalencianista e internacional australiano Mathew Ryan. El guardameta ya conoce bien las porterías de los blanquinegre, pues estuvo ligado a la entidad che desde 2016 hasta 2018. Ahora volverá a Mestalla, como ya hiciera con la Real Sociedad en la 21/22, para ejercer como el guardián de los tres palos. Aunque el único excompañero con el que se reencontrará será con José Luis Gayà.

El internacional australiano se ha adueñado de la portería levantinista años después de su marcha de Mestalla

En el caso del Valencia tenemos a los ya mencionados César Tárrega y Pepelu. Dos jugadores que son parte fundamental del núcleo joven de la plantilla valencianista, pilares en el XI inicial y portadores del brazalete de capitán cuando Gayà se ve forzado a ausentarse del terreno de juego.

Rifirrafes del fútbol

Esta es una situación que levanta ampollas en cierto sector de la afición granota. No tanto por Tárrega, pues el defensor abandonó la disciplina de los de Orriols cuando aún estaba en etapas formativas, saltando en 2019 de las categorías inferiores del Levante al juvenil valencianistas.

Pero sí persiste aún cierto resentimiento por Pepelu. El de Denia, que ya va por su tercera temporada jugando de local en Mestalla, era la joya de la cantera del Levante y llegó a ser el estandarte del club en la temporada del casi ascenso, tras la cual cambió de equipo pero no de ciudad. Una situación que todavía genera cierta polémica cada vez que regresa al Ciutat de València.

Pepelu pasó de ídolo y promesa levantinista a ser jugador che, algo que la afición de Orriols no perdona

Pero dado lo común de esta situación, cabe hacer una distinción de entre ese gran grupo de 138 jugadores que han militado en ambos equipos. Los hay que siendo grandes nombres tuvieron un paso testimonial por ambos equipos, otros de gran renombre que rindieron muy bien en ambos y aquellos que destacaron solo en una u otra parte de la ciudad.

Dobles agentes del derbi: estrellados

Entre los grandes jugadores que acabaron teniendo un paso discreto por ambos equipos tenemos al internacional y mundialista José Francisco Molina. El guardameta formó parte de la cantera valencianista a principios de los 90 y, en su última temporada como profesional, rindió bien como el portero titular del Levante en la 2006/07.

El internacional y mundialista pasó por ambos equipos, lo hizo con corrección pero sin tener tiempo para dejar una huella duradera en ninguno

El otro ejemplo de esta categoría es Salva Ballesta, pichichi de la temporada 1999/00, que tan solo jugó una temporada completa en el Valencia campeón de la 2001/02; mientras que en el Levante solo estuvo media temporada cedido, coincidiendo con Molina, en el 2007.

Dobles agentes: queridos aquí y allá

El polo opuesto son aquellos futbolistas que pudieron dejar un gran recuerdo en ambas aficiones. Los principales ejemplos de ello son Fernando Giner y Farinós. El primero fue una institución che desde el 85 hasta el 95, pasando del descenso a sentar las bases del Valencia europeo. Un Valencia europeo en el que sobresalió Farinós, pilar del centro del campo de Mestalla del 96 al 2000.

En ambos casos su periplo granota fue al final de sus carreras y tan corto como exitoso. El chufa colgó las botas tras su segunda temporada como levantinista en el año 2000, habiendo logrado el ascenso a segunda; mientras que el de La Torre fue clave en el mejor Levante de la historia, que fue sexto en liga 2011/12 y consiguió la clasificación a la Europa League.

El valenciano fue pìeza clavel en ambos equipos en sendas épocas de máximo esplendor en la historia de Valencia y Levante

Dobles agentes: los muy granota y no tan che

Por otro lado, están aquellos que se labraron una carrera con actuaciones de prestigio defendiendo una de las dos camisetas mientras que pasaron de puntillas jugando en el otro lado de la ciudad.

Los destacados principalmente con la casaca granota son Rubén Vezo, como último ejemplo de este fenómeno, junto con Roger Martí, histórico finalizador levantinista y máximo goleador de los derbis, con pasado en la cantera blanquinegra. Pero quien mejor encarna este arquetipo es Juanfran García.

Aunque con un paso solvente por Mestalla, Juanfran es una leyenda absoluta en el Ciutat de València y un estandarte del conjunto granota

El lateral izquierdo debutó en primera con el Valencia a finales de los 90, pero fue en sus dos etapas con el Levante, del 93 al 97 y del 2009 al 2016, cuando logró el estatus de leyenda. El club granota es donde más partidos ha jugado y es el tercer hombre que más veces ha defendido los colores azul y grana con un total de 192 participaciones.

Dobles agentes: amunt con todos menos con uno

Y finalmente hay cuatro casos de cracks con el Valencia sin brillo en el Ciutat: Vicente Rodríguez, canterano del Levante que fue el puñal del mejor Valencia de la historia; Mustafi, central de élite europea en Mestalla pero suplente cinco años después en Orriols; Roberto Soldado, internacional y Trofeo Zarra como blanquinegro diluido cuando llegó como veterano al Levante; y, por último, Pedja Mijatovic.

Con el yugoslavo ni se perdona ni se olvida. Desde hace treinta años pasó a ser «Judatovic» para el aficionado valencianista

Mijatovic es indiscutiblemente una de las figuras más criticadas por la hinchada valencianista en la centenaria historia del club. De 1993 a 1996 desplegó el mejor fútbol de su carrera como che, incluso mejor que en su posterior y condecorada etapa en la capital, marcando 84 goles y repartiendo 42 asistencias en 160 encuentros.

Su marcha del Valencia se enturbió al afirmar en pleno acto de la Agrupació de Penyes Valencianistes que se quedaría en Mestalla cuando días antes había firmado un precontrato con el Real Madrid.

Desde entonces se ganó el odio perpetuo de la afición, los pitidos atronadores pasaron a ser su banda sonora en cada visita a la ciudad y obtuvo el apodo por el que todo aficionado valencianista se refiere a él: Judatovic.

Después de esto, su vuelta a la capital del Turia, más de un lustro después de pasar de ídolo a villano, fue en la temporada 2002/03, la última que disputó como profesional. Jugó 21 partidos y marcó tres goles, con un Levante que quedó cuarto sin lograr el ascenso a primera.