La lluvia de estrellas Leónidas, una de las más espectaculares del calendario por la velocidad extrema de sus meteoros, vuelve a iluminar las noches de noviembre. Alimentada por los restos del cometa 55P/Tempel-Tuttle, esta lluvia alcanza su actividad máxima a mediados de mes, cuando la Tierra atraviesa una nube de fragmentos que, al entrar en la atmósfera, generan destellos breves e intensos.
La provincia de Valencia cuenta con varios enclaves privilegiados para disfrutar del fenómeno en caso de que las nubes den una tregua. Se trata de miradores y municipios catalogados como reserva Starlight, lugares con baja contaminación lumínica ideales para la observación astronómica.
Aras de los Olmos: un cielo entre los mejores del mundo
Con menos de 400 habitantes, Aras de los Olmos presume de uno de los cielos más limpios del hemisferio norte. El municipio, que alberga un observatorio astronómico y está considerado uno de los catorce mejores lugares del planeta para contemplar las estrellas, ofrece condiciones óptimas para seguir las Leónidas.

Titaguas y su mirador de La Loma
A pocos kilómetros, en Titaguas, se encuentra el mirador astronómico de La Loma, diseñado específicamente para la observación del firmamento. El acceso puede hacerse tanto a pie como en vehículo, y los expertos recomiendan utilizar una linterna de luz roja para evitar deslumbramientos que dificulten la adaptación a la oscuridad.

La Yesa y el observatorio ‘El Alto Negro’
En plena naturaleza se encuentra el observatorio astronómico ‘El Alto Negro’, en La Yesa, un enclave rodeado de oscuridad natural ideal para contemplar todo tipo de fenómenos celestes. Aquí, la experiencia de ver las Leónidas se vuelve especialmente intensa gracias a la ausencia de contaminación lumínica.













