El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha decretado este jueves el confinamiento obligatorio de todas las aves de corral que se crían al aire libre en España, como medida preventiva frente al aumento del riesgo de expansión de la gripe aviar. La resolución, publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), extiende a todo el país una medida que hasta ahora solo afectaba a 1.201 municipios considerados de especial riesgo o vigilancia, entre ellos 138 localidades de la Comunitat Valenciana.
Según el Ministerio, el refuerzo de las medidas preventivas responde a la “elevación del riesgo de entrada de la enfermedad en España” en la última semana. Para evaluar esta situación se han tenido en cuenta factores como el número de brotes notificados en Europa, la ubicación de los focos y los movimientos de aves silvestres que migran desde zonas afectadas.
Desde julio, Europa ha registrado 139 brotes de influenza aviar en granjas avícolas, mientras que en España se han confirmado 14 focos en explotaciones, la mitad en Castilla y León, además de 53 casos en aves silvestres y 5 en cautivas.

La orden ministerial prohíbe además la cría conjunta de patos y gansos con otras especies, el uso de aguas sin tratar procedentes de depósitos accesibles a aves silvestres y la presencia de aves de corral en ferias, certámenes o exhibiciones.
En los casos donde no sea posible el confinamiento total, las comunidades autónomas podrán autorizar la cría al aire libre mediante mallas protectoras o refugios cerrados que eviten el contacto con aves silvestres.

¿Puede afectar a los humanos?
La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, es una enfermedad infecciosa causada por virus de la familia Influenza A que afecta principalmente a aves domésticas y silvestres. Es altamente contagiosa entre las especies aviares y puede provocar altas tasas de mortalidad en granjas avícolas, lo que obliga a aplicar medidas estrictas de bioseguridad como el confinamiento de los animales.
Existen varios subtipos del virus, como el H5N1 o el H7N9, algunos de los cuales se han detectado ocasionalmente en mamíferos y seres humanos. No obstante, el riesgo para la población general es muy bajo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Por ello, las autoridades insisten en que no existe riesgo alimentario, y que las medidas de confinamiento buscan únicamente proteger la salud animal y evitar pérdidas económicas en el sector.











