
Ryanair da un paso más en su estrategia de digitalización: desde hoy solo acepta tarjetas de embarque en formato digital, despidiéndose del sistema tradicional. Para poder presentarla, los clientes deberán descargarse la aplicación MyRyanair y generar su tarjeta digital tras realizar el check-in.
Ryanair ha informado este mediodía sobre el éxito del primer día de su iniciativa. Hasta las 13:00 horas, más de 700 vuelos han despegado en toda Europa, donde más del 98 % de los pasajeros presentaron su tarjeta digital. Al 2 % restante, que había facturado online antes de llegar al aeropuerto, se le expidió una tarjeta de embarque gratuita en los mostradores.
Las opiniones de los clientes han sido muy positivas: los pasajeros pudieron pasar sus teléfonos por los controles de seguridad y embarcar sin incidencias. En los pocos casos de problemas técnicos, las puertas de embarque contaban ya con los datos del pasajero gracias al check-in online.
Tecnología en nuestro día a día
Este cambio no supone un gran salto para la población joven, debido a que más del 80 % de los clientes de Ryanair ya usaban el formato digital, pero puede afectar a viajeros mayores o menos familiarizados con los dispositivos móviles.
En los últimos años, cada vez más empresas han apostado por eliminar los soportes físicos, por un servicio exclusivamente digital, lo que en algunos casos ha dificultado el acceso a ciertos servicios para las personas menos habituadas al entorno digital. Al eliminar la opción física de estos procesos, se excluye en cierta forma a aquellas personas más vulnerables.
La digitalización de las empresas
Los bancos ya aplicaron un cambio similar en 2024, eliminando las tradicionales cartillas de ahorro e impulsando el uso de las plataformas digitales. También han cerrado oficinas rurales con menor actividad presencial para atender de forma telemática a sus clientes. En el transporte, Renfe permite descargar el billete mediante un código QR en su aplicación o en el correo electrónico, y en muchas estaciones ya no se imprimen billetes salvo en casos especiales.
De igual forma ocurre en el mundo de los eventos, donde la mayoría de entradas son digitales. En muchos conciertos o teatros, las entradas en papel ya no están permitidas y deben presentarse en la app o en el wallet del teléfono.
Al final, la tendencia es clara: la digitalización simplifica los procesos y reduce costes a las empresas, pero también sería necesario repensar el cómo hacerlos accesibles para todas las personas.










