¿Falleras Mayores de València por sorteo?

Las Fallas vuelven a encender la mecha, pero esta vez no en la calle, sino en el interior del Palau de la Música de València. Este mismo miércoles arranca oficialmente el IX Congreso Fallero, donde los falleros debatirán su propio futuro.

Para entender lo que está a punto de ocurrir, hay que tirar de calendario. Este Congreso debía haberse iniciado en septiembre, pero no ha sido así. Tras dos años y medio de preparativos, mesas, pre-enmiendas y alegaciones, por fin los congresistas se sentarán a debatir el Anteproyecto de Reglamento Fallero: el documento que pretende actualizar las normas que rigen la fiesta desde 2001.

La sesión inaugural servirá para calentar motores y entrar en materia con algunos de los asuntos que llevan meses dando que hablar. El más sonado: la creación del Secretario General de la Junta Central Fallera, un cargo que será elegido directamente por los presidentes de falla y, atención, con sueldo. Sí, sueldo.

El Secretario General ya no lo elegiría el Ayuntamiento

El texto base plantea que el Secretario General sea elegido por la asamblea fallera y no por el Ayuntamiento, y que trabaje codo a codo con un Presidente Ejecutivo, otra figura con retribución y atribuciones claras. Dos cargos nuevos, profesionales, con poder real dentro de JCF. Y ahí llegará la polémica: ¿autonomía fallera o profesionalización peligrosa? Unos aplaudirán que las Fallas se gobiernen a sí mismas; otros temerán que se pierda el espíritu de voluntariado o que se genere una “cúpula” demasiado poderosa.

Y como no podía ser de otra manera, el debate sobre las Falleras Mayores de València volverá a escena en el Congreso Fallero. El anteproyecto de reglamento propone introducir fases más claras, criterios objetivos e incluso un sorteo inicial entre candidatas para garantizar igualdad. Una reforma que suena bien sobre el papel, pero que llega justo después de uno de los años más polémicos en la elección.

Exigen inhabilitar al jurado por irregularidades

Lo ocurrido este año sigue estando en el foco de la polémica y ha sido muy comentado entre el mundo fallero. De hecho, sin ir más lejos, en la última Asamblea de Presidentes y Presidentas, la falla Pintor Salvador Abril–Pedro III El Grande denunció irregularidades en el jurado: una miembro que asistió a solo cinco de los diez actos y otro con amistad reconocida con una candidata. La comisión pidió una declaración jurada de imparcialidad y la inhabilitación automática de quien incumpla.

Otro de los ejes de la jornada será la eterna tensión entre autonomía fallera y control municipal. Desde la secretaría municipal han advertido que ciertas normas del anteproyecto son incompatibles con normas de mayor rango. Es decir, estas nuevas normas del mundo fallero pueden sonar muy bien, pero algunas de ellas no podrán aprobarse porque no son legalmente viables. Por lo tanto, aunque las comisiones lleguen a un consenso, la última palabra seguirá teniéndola el Ayuntamiento.