La noche de Halloween 2025 en València contará con un curioso y efectivo dispositivo de concienciación. Equipos especializados recorrerán las zonas de ocio de la ciudad para promover un ocio cívico y respetuoso, utilizando los llamados “zombis silenciosos”. Estos zombis se manifiestan a través de caretas, pegatinas y calcomanías, con el mensaje “Pásatelo de miedo, sin molestar a los demás”, recordando que la diversión puede convivir con el descanso de vecinos y vecinas.
Se prevé que aproximadamente 200.000 personas salgan a celebrar Halloween por la ciudad, con un perfil medio de 25 años. La mayoría son locales (65,8%), mientras que el resto proviene de otros municipios valencianos (17,3%) o del resto de España y del extranjero (16,9%). La franja de edad más representativa será de 16 a 30 años, concentrando el 81% del público.
Zombis por toda la ciudad
El mensaje de los zombis silenciosos no se limitará a las calles. También se difundirá en mupis, pantallas de la EMT y en paradas cercanas a zonas turísticas, universitarias y discotecas, asegurando que la campaña llegue al mayor número de personas posibles.
Durante los días previos, personal especializado de la ONG Controla Club ha trabajado en Blasco Ibáñez, Honduras, Cedro, Russafa y El Carmen, interactuando con el público y recopilando información sobre su grado de concienciación respecto a molestias y ruido.
La información obtenida permitirá crear un perfil detallado de quienes salen a celebrar, considerando variables como edad, procedencia, disfraces y si van en grupo o solos. Así, se podrán adaptar futuras campañas a cada tipo de público.
La iniciativa es fruto de la colaboración entre la Coordinadora de Hostelería de los Barrios de Valencia, la Asociación Empresarial de Discotecas de Valencia (AD) y el Ayuntamiento de València.
Todo forma parte de un compromiso para minimizar el ruido y fomentar la convivencia, sumándose a otras campañas de éxito como la de “Que vivan los novios que respetan Russafa”, que ha logrado reducir molestias en celebraciones privadas, y la prueba piloto “Ecoterrazas Sostenibles” en restaurantes de Russafa.
Según los responsables, estas acciones abordan el problema del ruido desde su raíz, fomentando la concienciación ciudadana y la corresponsabilidad de todos los actores implicados.
Además, permiten abrir el debate sobre otros emisores de ruido urbano, desde el tráfico o camiones de basura hasta viviendas turísticas y comercios 24 horas, demostrando que la creatividad y la prevención pueden convivir con la diversión nocturna.
