Un año después del devastador paso de la DANA que afectó a Valencia, Cuenca, Albacete y Málaga, Cruz Roja Española ha logrado atender a más de 143.000 personas y ejecutar 61,5 millones de euros de los fondos recibidos. La organización trabaja actualmente en la fase de recuperación, fortalecimiento y resiliencia comunitaria, dentro de un Plan de Respuesta a tres años diseñado para no dejar a nadie atrás.

Desde el inicio, Cruz Roja movilizó a 7.000 voluntarios y personal laboral, realizando cerca de 490.000 asistencias. La prioridad inicial fue atender necesidades básicas y garantizar la seguridad de las personas. Se desplegaron albergues temporales, se distribuyeron alimentos, agua y kits de higiene, y se ofreció apoyo psicosocial urgente, priorizando especialmente a infancia, personas mayores y colectivos vulnerables. Esta fase se ejecutó con rapidez y coordinación con las autoridades locales, movilizando más de 9,2 millones de euros.

A medida que se estabilizó la situación, Cruz Roja centró sus esfuerzos en la recuperación a medio y largo plazo. Entre las medidas destacan la rehabilitación de viviendas, la entrega de electrodomésticos, la recuperación de espacios comunitarios y educativos, y el cuidado del bienestar emocional de los afectados. En esta fase, se han entregado 22.673 tarjetas monedero por valor de 31.087.259 euros, lo que permitió a las familias decidir cómo invertir la ayuda según sus necesidades reales.

Casi el 100% de los negocios apoyados han recuperado la normalidad

En el ámbito económico, se identificaron 3.068 negocios con necesidad de soporte, de los cuales 2.547 han recibido ayudas económicas y acompañamiento técnico, por un importe superior a 12,14 millones de euros. Hasta el momento, cerca del 90% de los negocios apoyados han logrado reanudar su actividad, y un 6% prevé realizar nuevas contrataciones, lo que ha permitido que 6.177 personas recuperen sus medios de vida directos y 10.347 contando a sus familias. Los sectores más beneficiados incluyen servicios, industria, construcción y agrícola.

La ayuda a las viviendas afectadas también ha sido significativa: Cruz Roja ha entregado 14.510 electrodomésticos (lavadoras, neveras, microondas) por un valor de más de 3,7 millones de euros, y 342 solicitudes de rehabilitación están actualmente en trámite, abarcando reformas de puertas y ventanas, instalaciones eléctricas y reformas integrales de cocinas y dormitorios. Además, se han realizado 7.535 intervenciones psicosociales, con talleres de resiliencia y acompañamiento emocional, enfocadas especialmente en infancia y juventud.

Se han llevado a cabo también 5.675 movilizaciones con sillas oruga eléctricas para personas con movilidad reducida y más de 400 productos de apoyo como camas articuladas, sillas de ruedas y andadores. La atención domiciliaria ha sumado 11.150 horas, coordinada con servicios sociales y sanitarios, mientras que se han facilitado 1.295 acciones de orientación jurídica, incluyendo temas de aseguradoras y cambios en legislación de extranjería.

En la fase de fortalecimiento comunitario, se ha trabajado en la recuperación de sedes y almacenes, así como en la rehabilitación de espacios deportivos, educativos y naturales, incluyendo zonas de la Albufera con participación de 189 voluntarios. También se han creado grupos motores de acción comunitaria en municipios como Sedaví, Paiporta y Algemesí para liderar la recuperación desde la propia comunidad.

Talleres para concienciar ante futuras emergencias a los jóvenes

Para la infancia y juventud, Cruz Roja Juventud ha desarrollado campamentos, talleres educativos y entrega de material escolar a unos 3.000 niños y jóvenes, incluyendo programas sobre trauma, resiliencia, manejo del estrés y empatía. La organización también promueve la preparación ante futuras emergencias, con talleres, simulacros y mochilas de emergencia que incluyen batería solar, radio de dinamo, funda protectora de documentación y mantas, asegurando que las familias puedan actuar con autonomía ante nuevos desastres.

Herminia Magán, responsable del Plan de Respuesta ante la DANA, destaca que “la generosidad y compromiso de todas las personas, empresas y entidades ha sido fundamental para llegar a cada rincón y construir juntos un camino hacia la resiliencia”.

La intervención de Cruz Roja demuestra cómo una respuesta integral y sostenida puede no solo atender la emergencia, sino también fortalecer la capacidad de las comunidades para anticiparse, adaptarse y recuperarse ante futuras crisis.