El Parlamento Europeo hoy mismo la reforma de la directiva sobre los permisos de conducir en la Unión Europea, una actualización que transforma la manera de obtener y utilizar el carné en toda Europa. Entre las principales novedades, destaca la posibilidad de que los jóvenes de 17 años puedan conducir un coche. Aunque con una condición: deben ir acompañados por un adulto con experiencia al volante, hasta cumplir la mayoría de edad.
Los Estados miembros deberán aplicar la medida en un plazo máximo de cuatro años. Con esta iniciativa se busca reforzar la formación práctica y la seguridad vial de los conductores más jóvenes. Las cifras hablan por sí solas, según datos de la Comisión Europea, cada año mueren 20.000 personas en carreteras europeas.
Dos años de prueba con sanciones más severas
La reforma establece también un periodo de prueba de dos años para todos los nuevos conductores. En ese periodo se aplicarán sanciones más severas ante infracciones graves: conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, no usar el cinturón o incumplir normas básicas de seguridad. Bruselas pretende así reducir el riesgo entre los conductores noveles, responsables de dos de cada cinco accidentes mortales en la UE.
Además, los países podrán autorizar a los jóvenes de 17 años a sacarse el carné de camión (C) para circular únicamente dentro del territorio nacional. Además con el fin de paliar la escasez de conductores en sectores logísticos y de transporte, los jóvenes de 18 años se les permitirá el carné de autobús (D). Aunque deberán contar con un certificado de competencia profesional.
La directiva también impulsa la creación de un carné de conducir digital europeo, integrado en la futura cartera de identidad digital de la UE. El carné estará disponible antes de 2030. Este nuevo formato facilitará los trámites, reducirá la burocracia y permitirá el reconocimiento automático de permisos entre Estados miembros.
Aun así, todos los ciudadanos podrán seguir solicitando el carné físico, y ambos formatos tendrán la misma validez. Actualmente es 15 años para coches y motos, y cinco años para camiones y autobuses.
Cambio en los exámenes teóricos y prácticos
La renovación de la normativa también refuerza el contenido de los exámenes teóricos y prácticos. Ahora deberán incluir formación sobre seguridad de peatones, ciclistas, usuarios de patinetes y otros medios de micromovilidad. Incluso los aspirantes también tendrán que demostrar conocimientos sobre el uso del móvil al volante, los ángulos muertos y la conducción en condiciones meteorológicas adversas.
Las nuevas medidas llegan también con efecto para los más mayores. Los Estados miembros podrán exigir controles médicos más frecuentes a los conductores mayores de 65 años. Como por ejemplo, establecer pruebas de visión y salud cardiovascular antes de renovar el permiso. En algunos casos, estos controles podrán sustituirse por sistemas de autoevaluación supervisados a nivel nacional.
Nuevo sistema europeo de comunicación de sanciones
Otro de los puntos clave de la reforma es la creación de un sistema europeo de comunicación de sanciones. Es decir, ahora la retirada o suspensión del carné por infracciones graves será válida en todos los países de la UE. Mientras tanto, un conductor sancionado en un país podía seguir conduciendo en otro si su permiso había sido emitido fuera de la jurisdicción donde cometió la infracción.
Con la nueva red de intercambio, denominada RESPER, la autoridad que imponga la sanción la notificará al país de origen del conductor para aplicar una medida equivalente. De este modo, se pondrá fin a la impunidad transfronteriza de quienes cometen delitos graves al volante.
Con esta votación, la Eurocámara sienta las bases de un nuevo modelo de movilidad europea: más digital, más homogéneo y más seguro, pero también más exigente con los nuevos conductores.
