El Ayuntamiento de Valencia sustituye la tradicional Procesión Cívica por un acto solemne
La alcaldesa de Valencia asiste al tradicional Te Deum celebrado esta mañana en la Catedral de Valencia.

La jornada del 9 d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, amanece pasada por agua. La DANA Alice deja lluvias intensas, cielos encapotados y una alerta naranja que condiciona por completo el desarrollo de los actos institucionales en València. La Procesión Cívica, prevista como cada año para recorrer el centro histórico con la Real Senyera, ha quedado definitivamente suspendida, una decisión que el Ayuntamiento ha adoptado por prudencia ante el riesgo de tormentas.

La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha confirmado esta mañana que la suspensión es «definitiva». Pese a que el consistorio había mantenido preparado todo el dispositivo policial y de seguridad por si el tiempo mejoraba, las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) indican una probabilidad del 100% de lluvias durante toda la jornada, con riesgo de tormentas eléctricas.

En lugar del recorrido cívico, el consistorio ha celebrado a las 12:00 horas un acto solemne en el Salón de Cristal, donde se realiza el retorno de la Real Senyera al Museo Histórico Municipal. El concejal socialista Borja Sanjuán, designado este año como abanderado, ha encabezado el breve acto institucional que pone fin a los eventos municipales del día. El portador de la Real Senyera ha llevado un traje con la inscripción de las 229 víctimas mortales de la DANA del pasado 29 de octubre, para rendirles homenaje.

Borja Sanjuan posa junto a la Real Senyera llevando un traje en honor a las víctimas de la DANA.

El ambiente en el Ayuntamiento es sobrio pero emotivo. La Corte de Honor de la Fallera Mayor de Valencia y la corporación local acompañan el acto, que sustituye a la procesión que tradicionalmente lleva la Senyera por las calles hasta la Catedral y el Parterre. Este año, el símbolo más preciado del pueblo valenciano no sale a la calle, pero sigue siendo el protagonista de una celebración que resiste, aunque sea bajo techo.

El Te Deum, el único acto que desafía la lluvia

Antes del acto en el consistorio, la Catedral de Valencia ha acogidoel tradicional Te Deum, el solemne himno de acción de gracias que cada año conmemora la entrada de Jaume I en la ciudad en 1238. La ceremonia está presidida por el arzobispo de Valencia, Enrique Benavent, quien durante su intervención ha recordado a «todas las víctimas de la DANA y a los damnificados por las inundaciones».

«El tiempo no lo ha permitido, pero nuestros corazones celebran con gratitud este día. Recordamos con afecto a las familias afectadas por la DANA y pedimos que reine la paz en nuestra tierra», ha señalado.

A la misa ha asistido María José Catalá y varios miembros del equipo de gobierno municipal, junto a representantes de Lo Rat Penat, la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV) y otras entidades culturales. No obstante, la oposición política ha optado por no acudir al acto religioso.

Catalá saluda al arzobispo de Valencia, Enrique Benavent.

Un día bajo la DANA Alice

La DANA Alice deja sentir su fuerza en toda la Comunitat Valenciana. Las lluvias intensas y persistentes afectan especialmente al litoral sur de Valencia y norte de Alicante, con acumulaciones que podrían superar los 100 litros por metro cuadrado. El Centro de Coordinación de Emergencias mantiene activo el protocolo de alerta naranja por lluvias y amarilla por tormentas, mientras recomienda a la ciudadanía evitar desplazamientos innecesarios.

Ante este panorama, el Ayuntamiento de Valencia mantiene cerrados parques, jardines, cementerios y suspende todas las actividades deportivas al aire libre. La mascletà prevista a las 14:00 horas también queda cancelada. El Centro de Emergencias Climáticas del Carmen permanece abierto durante todo el día para atender posibles incidencias.

Con la Procesión Cívica suspendida y los cielos todavía cubiertos, el 9 d’Octubre de 2025 pasará a la historia como uno de los más lluviosos y prudentes que se recuerdan. La última vez que la Senyera no salió a la calle fue en 2020, durante la pandemia de la Covid-19, cuando el Ayuntamiento también optó por un acto simbólico en el interior del edificio consistorial.