La Junta Central Fallera decidió asignarle la tarea de confección del segundo traje infantil de la Fallera Mayor Infantil de València 2026 al veterano indumentarista Jorge Fabuel. La elección reconocía su trayectoria como indumentarista y la proyección de su taller “1700 Jorge Fabuel”. Sin embargo, esta decisión ha dado un vuelco en estos últimos días, ya que Fabuel ha renunciado oficialmente a este encargo. Esta renuncia hace que la JCF tenga que actuar de inmediato porque el calendario fallero aprieta: falta menos de dos semanas para la “telefonada” y la proclamación. Es decir, el tiempo de reacción para buscar un suplente es mínimo.
Jorge Fabuel lleva años ligado a la tradición fallera y a la confección de sus trajes. De hecho, vistió a Carmen Martín Carbonell, Fallera Mayor de València 2022, con su segundo traje oficial y también con un traje para la dansà. Además en 2020 y 2021, Carla García, Fallera Mayor Infantil, lució diseños de su taller en la mascletà, la entrada de bandas y en la dansà infantil. Incluso, más reciente, Berta Peiró, Fallera Mayor de València 2025, estrenó con él el traje “Inmaculada en tono grosella” y su atuendo para el acto de Fuerzas Armadas. En definitiva, Fabuel ha estado numerosas veces presente dejando huella entre las máximas representantes de la fiesta.

Cabe destacar que no es la primera vez que el nombre del indumentarista aparece rodeado de polémica. Fue en 2005 cuando la Junta Central Fallera lo inhabilitó durante cinco años como jurado de concursos oficiales debido a que Fabuel había cometido irregularidades en la recogida de delegaciones de voto. Esa sanción supuso un duro golpe en su relación con la JCF y marcó una etapa complicada de su carrera. Con el tiempo Fabuel ha conseguido recuperar su lugar como indumentarista de referencia.
Fabuel prioriza la calidad de su taller
En el caso de este año, las razones de la renuncia actual son distintas. Fabuel ha explicado oficialmente que el motivo de la renuncia es personal y profesional, debido a que se encuentra en un momento en el que que no se siente con fuerzas ni con la ilusión necesaria para afrontar el encargo. Él mismo aseguró que actualmente su prioridad está en mantener la calidad que ofrece en su taller y que arrastra un volumen de trabajo muy alto de cara a 2026. Por lo tanto, prefiere mantener el nivel en su firma que embarcarse en un compromiso que, según reconoce, no podría asumir al cien por cien. Aun así, ha agradecido la confianza de la JCF depositada en su trabajo.
La duda está en: ¿hay algún tipo de consecuencia legal por la renuncia?. En un principio no se aplica puesto que se presentó de manera formal y justificada. Sin embargo, si existiera un contrato con plazos y obligaciones, la JCF podría estudiar posibles reclamaciones. Todo dependerá de si se firmaron cláusulas vinculantes y de si la renuncia provoca un perjuicio económico o logístico. Por el momento, todo apunta a que, como mucho, solo supondrá una pérdida de confianza.
El caso de Fabuel no es un caso aislado, ya que recuerda a lo ocurrido en 2020, cuando la indumentarista Esperanza Pradas abandonó su encargo a menos de dos meses de las exaltaciones. Ella debía confeccionar 48 trajes de las Cortes mayor e infantil, además de los espolines de las Falleras Mayores Consuelo Llobell y Carla García. Su renuncia se justificó en la falta de tiempo, y la JCF tuvo que reorganizar de manera exprés toda la confección. Aquella crisis fue más extrema que la actual, porque afectaba a todo el conjunto de representantes.
Además de Fabuel, hay otras grandes firmas que forman parte del equipo oficial para confeccionar las vestimentas de las falleras 2026. La Joia Indumentaristas asumirá el primer traje infantil. Montaña Caballero confeccionará el primer traje oficial de la Fallera Mayor y su Corte. El Vestidor Faller se encargará del segundo traje estilo siglo XVIII, mientras que Vives y Marí proveerá los espolines exclusivos. A su lado trabajan más de veinte proveedores oficiales en mantillas, peinetas, calzado o aderezos. Es cierto que la renuncia de Fabuel deja un hueco crítico, pero no paraliza todo el engranaje.
¿Y ahora qué?
La Junta Central Fallera debe actuar con rapidez, ya que tiene que elegir una nueva alternativa en cuestión de días. No hay ninguna opción confirmada oficialmente por JCF pero, por la actuación en otros años, se puede optar a repartir el trabajo entre los indumentaristas ya seleccionados. Otra, más probable, pasa por un procedimiento abreviado de adjudicación directa.
En estos momentos el tiempo se presenta como un gran enemigo para JCF porque en menos de dos semanas llegará la “telefonada” y la proclamación. Cada día cuenta, por eso, la institución guarda silencio pero estudia fórmulas rápidas. Por ahora el mundo fallero observa atento la decisión de quién será el indumentarista del segundo traje infantil que hoy sigue sin dueño en el calendario de 2026.













