El fuerte temporal que azotó la provincia de Valencia en la tarde y noche del lunes dejó graves incidencias en distintos municipios y barrios de la capital. La más destacada se produjo en la pedanía de Castellar, donde el forjado próximo a una vivienda colapsó como consecuencia de la acumulación de agua.
El matrimonio que residía en la casa tuvo que ser desalojado de manera preventiva y realojado en casa de unos familiares, según informaron fuentes del Ayuntamiento de Valencia. No hubo que lamentar heridos.
El Consistorio mantiene activadas este martes todas las medidas de emergencia, con más de 370 efectivos desplegados, refuerzo de recursos asistenciales para personas sin hogar y vigilancia especial en las pedanías del sur de la ciudad.
Desde que se decretó la alerta roja, los bomberos municipales han intervenido en 70 servicios, principalmente para retirar ramas y árboles caídos en calles como Marqués de Zenete, José María Mortes Lerma, Sorní, Comte de Salvatierra y Floresta, algunos de los cuales dañaron vehículos estacionados.

Servicios municipales en marcha
Pese a la magnitud de la tormenta, el tráfico ha funcionado con normalidad durante la noche, sin necesidad de cortar pasos inferiores ni túneles. Únicamente la Policía Local tuvo que señalizar balsas de agua en la salida de la V-30 hacia Benetússer y Catarroja, próximo a Castellar.

Mientras tanto, los servicios de emergencias continúan en alerta ante la posibilidad de que las lluvias persistan en las próximas horas, especialmente en el litoral de la Comunitat Valenciana.












