La proximidad de las Fallas de 2026 ha reavivado el debate en Valencia: ¿deben los estudiantes acudir a clase el 16 de marzo, justo en los días de mayor actividad festiva? Aunque el Ayuntamiento mostró su preferencia por declarar no lectivo ese lunes, la última palabra no depende del consistorio, sino del Consejo Escolar Municipal, órgano que ya decidió el pasado mes de julio mantenerlo como jornada lectiva.
En la reunión del Consejo Escolar Municipal se aprobaron como festivos escolares para el curso 2025-2026 los días 10 de octubre de 2025, junto con el 17 y 18 de marzo de 2026. La propuesta fue presentada por el sindicato STEPV (Sindicat de Treballadores i Treballadors de l’Ensenyament del País Valencià) y obtuvo el apoyo de 15 miembros del consejo, entre ellos representantes de Comisiones Obreras, FAMPA, Federación de Vecinos, profesorado y directores de centros educativos.
Esta votación dejó fuera la propuesta del Ayuntamiento, que pedía que los días no lectivos fueran el 16, 17 y 18 de marzo, para facilitar la participación de familias y estudiantes en la semana grande de las Fallas y evitar el colapso circulatorio que se produce cada año en esas fechas. Sin embargo, la opción municipal solo contó con el respaldo de la Federación de Centros de Enseñanza de Valencia (FECEVAL) y quedó en minoría.
¿Qué problemas genera mantener las clases el 16 de marzo?
El lunes 16 de marzo es un día clave para la fiesta. Se celebran actividades infantiles, la entrega de premios falleros y numerosos actos que movilizan a miles de personas. Además, la circulación, especialmente en el centro, se complica por la presencia de carpas, cortes de tráfico y la masiva afluencia de visitantes.
Para las familias, esto supone un doble problema: compatibilizar la jornada escolar con el traslado de niños en una ciudad colapsada, y al mismo tiempo conciliar con unas fiestas que forman parte del calendario cultural y social de Valencia. Por ello, cada año surge la demanda de declarar no lectivo ese día, aunque la decisión depende exclusivamente del Consejo Escolar Municipal, cuya soberanía el Ayuntamiento afirma respetar aunque no la comparta.
El concejal de Fallas, Santiago Ballester, ha recordado que el consistorio está obligado a cumplir la Orden de 11 de junio de 1998 de la Conselleria de Educación, que regula el calendario escolar en la Comunitat Valenciana. Esto significa que el Ayuntamiento no puede modificar unilateralmente los días festivos, aunque sí puede trasladar su propuesta al Consejo Escolar.
En paralelo, el consistorio ha convocado la Mesa de Diálogo de las Fallas para el próximo 1 de octubre, con el objetivo de adelantar la aprobación del bando fallero y dar “seguridad jurídica” al colectivo fallero y a los vecinos. Este organismo consultivo, en el que participan representantes de la Junta Central Fallera y de distintas instituciones, colabora en la organización y coordinación de los festejos. La reunión servirá también para tratar temas como la instalación de carpas y la compatibilidad del calendario festivo con el escolar.
Posiciones enfrentadas en el pleno municipal
El debate sobre el 16 de marzo ha llegado esta semana a la Comisión de Bienestar Social, Educación, Cultura y Deportes del Ayuntamiento. El concejal de Compromís, Pere Fuset, ha defendido nuevamente la necesidad de liberar esa jornada para escolares y familias, así como retrasar la instalación de carpas al 12 de marzo, siguiendo el modelo de 2020.
Frente a su propuesta, Ballester plantea una alternativa: mantener el calendario académico aprobado por el Consejo Escolar y convocar la Mesa de Diálogo para trabajar en la organización festiva. La moción de Ballester salía adelante este martes con los votos de PP y Vox, mientras que Compromís votó en contra y el PSPV-PSOE optó por abstenerse.
¿Es posible aún un cambio?
Aunque el calendario escolar de 2025-2026 ya está fijado por resolución de la Conselleria de Educación, el Consejo Escolar Municipal tiene la capacidad de reconsiderar su decisión si convoca una nueva sesión extraordinaria. Sin embargo, este escenario parece poco probable a corto plazo, dado que la mayoría de entidades educativas ya mostraron su preferencia por mantener el 16 como lectivo y trasladar los festivos al 17 y 18.
Aun así, la presión social y las dificultades logísticas podrían reabrir el debate en los próximos meses. No sería la primera vez que la coincidencia de las Fallas con el calendario escolar genera tensiones y obliga a buscar soluciones de última hora.
Además, cabe resaltar que la problemática no se limita a 2026. En 2027, las Fallas caerán de lunes a viernes, del 15 al 19 de marzo, lo que agravará el conflicto entre calendario escolar y festividades. Mientras que la instalación de carpas será más sencilla que en 2026 al poder empezar el 9 o 10 de marzo. La coincidencia plena con la semana lectiva supondrá un desafío aún mayor para colegios, familias y autoridades locales.















