Cada año, durante el Día Internacional de Ada Lovelace, se recuerda a una de las pioneras de la informática moderna. Su figura se ha convertido en símbolo de la capacidad de las mujeres en un sector históricamente dominado por hombres: la tecnología. Sin embargo, casi dos siglos después de sus aportaciones, la realidad muestra que aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar la igualdad.
Una brecha que persiste
En España, al igual que en otros países europeos, la presencia de mujeres en empleos relacionados con las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) sigue siendo baja. Diferentes informes coinciden en que menos de una de cada cuatro posiciones en el sector tecnológico están ocupadas por mujeres.
El problema no es exclusivo de España: organismos internacionales como la Unión Europea y la UNESCO han alertado de que la falta de representación femenina en STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) es un fenómeno global.
Educación y referentes: claves para el cambio
Uno de los grandes retos es aumentar el interés de las jóvenes en carreras científicas y tecnológicas. Hoy en día, las adolescentes muestran un bajo nivel de interés en estudiar disciplinas STEM, a pesar de que las mujeres que eligen este camino suelen destacar por su rendimiento académico y menor tasa de abandono en comparación con sus compañeros.
La visibilidad de modelos femeninos, desde pioneras históricas como Ada Lovelace hasta científicas y programadoras actuales, resulta esencial para demostrar que la tecnología también es un espacio de oportunidades para ellas.
Valencia, un polo de innovación
En los últimos años, Valencia se ha consolidado como un hub de innovación y emprendimiento digital, con un ecosistema en crecimiento que combina startups, universidades y centros tecnológicos.
La Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universitat de València (UV) desarrollan proyectos y programas que buscan fomentar vocaciones STEM en jóvenes, incluidas iniciativas con perspectiva de género. Además, asociaciones locales como Girls4STEM, impulsada desde la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la UV, organizan charlas y actividades para acercar referentes femeninos a niñas y adolescentes.
Eventos tecnológicos de relevancia nacional, como los que acoge La Marina de València, también incorporan cada vez más la perspectiva de género, dando visibilidad a mujeres emprendedoras y profesionales del sector.
Iniciativas que abren camino
Además de los esfuerzos locales, en España existen programas y proyectos que buscan reducir la brecha de género a nivel nacional, como:
- Adalab, escuela tecnológica que ofrece formación intensiva en programación exclusivamente para mujeres.
- Reinventa-Tech, de Oracle, que capacita a mujeres para reorientar su carrera hacia la tecnología sin necesidad de experiencia previa.
- Cátedras universitarias Mujer STEM, como la de Comillas ICAI, que fomentan investigación y empleabilidad.
Además, hoy existen recursos online que ayudan a mejorar la presentación profesional. Herramientas como el generador de habilidades para CV con IA facilitan destacar competencias tecnológicas y digitales, claves para acceder a puestos en el sector.
Estos esfuerzos, sumados a las acciones locales en la Comunidad Valenciana, contribuyen a un cambio más amplio y sostenible.
Un futuro digital más inclusivo
La digitalización avanza a gran velocidad y con ella la demanda de profesionales cualificados. Garantizar que las mujeres tengan acceso a estas oportunidades no es solo una cuestión de justicia social: es también una necesidad económica.
Un sector tecnológico más inclusivo significa equipos más creativos, empresas más competitivas y una sociedad más equitativa.
El legado de Ada Lovelace recuerda que el talento no entiende de géneros. En Valencia y en el resto de España, el desafío está en abrir de par en par las puertas de la innovación para que más mujeres formen parte del futuro digital.









