El conocido exactor porno Ignacio Jordà, más conocido por su nombre artístico Nacho Vidal, ha sido condenado a tres años de prisión tras aceptar su responsabilidad en un delito de tráfico de drogas. La sentencia llega después de que fuera sorprendido por la Policía Nacional vendiendo ‘tusi’, una peligrosa droga de diseño popularmente conocida como «cocaína rosa», en un pub de la plaza de Xúquer.
Aunque la condena contempla una pena de cárcel, Vidal no ingresará finalmente en prisión. Gracias a un acuerdo de conformidad alcanzado entre su defensa y la Fiscalía, el actor deberá someterse a un programa de desintoxicación, atendiendo a su reconocida adicción a las drogas, la cual habría motivado su conducta delictiva.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 28 de febrero de 2025. Agentes de la Policía Nacional patrullaban la zona de ocio de la plaza de Xúquer cuando detectaron a un grupo de personas fumando un porro a las puertas de un local. Al acercarse, observaron cómo el actor valenciano salía del establecimiento y, al percatarse de la presencia policial, hizo un brusco giro para volver al interior, en un intento de evitar el contacto con los agentes.
El gesto levantó sospechas, lo que motivó que los policías lo siguieran y descubrieran cómo intentaba deshacerse discretamente de una bolsa. Dentro encontraron polvo rosa, posteriormente identificado como ‘tusi’. El registro posterior de su mochila reveló otros dos envoltorios de la misma sustancia, sumando un total de 103,05 gramos, además de 33 pastillas de alprazolam (ansiolítico controlado) y fármacos contra la disfunción eréctil.
De archivo provisional a condena firme
En un primer momento, el Juzgado de Instrucción 1 de Valencia decretó el archivo provisional de la causa tras dejar en libertad a Vidal. Sin embargo, el fiscal del caso recurrió esa decisión, alegando que la cantidad de droga incautada era claramente incompatible con un consumo propio. También subrayó la peligrosidad de la mezcla de sustancias que suele componer el ‘tusi’, como ketamina y MDMA, además de cafeína o paracetamol.
La insistencia del Ministerio Público y el uso de jurisprudencia previa fueron claves para la reapertura del caso. No obstante, se ha evitado la celebración del juicio tras el acuerdo alcanzado entre las partes.
El acuerdo de conformidad recoge que Vidal cometió el delito motivado por su «grave adicción a las sustancias estupefacientes» y con la finalidad de sufragar su propio consumo. Esta circunstancia atenuante ha permitido reducir la condena a tres años de prisión y una multa de 5.800 euros. En caso de impago, se establece un mes de responsabilidad personal subsidiaria. La Fiscalía ha aceptado la suspensión de la pena. Sin embargo, Vidal deberá someterse a un programa de deshabituación, condición que ha aceptado cumplir.
Nacho Vidal y un historial de antecedentes judiciales
Esta condena se suma a una larga lista de antecedentes legales que Nacho Vidal ha acumulado en los últimos años. El pasado mes de enero, fue sancionado con dos multas que suman 8.100 euros y la retirada del carné de conducir por dos años. La condena llegó tras ser interceptado conduciendo sin licencia y bajo los efectos del éxtasis líquido (GHB). Según el fallo, conducía de manera errática por la avenida Ausiàs March de Valencia, mostrando claros síntomas de estar bajo la influencia de drogas.
Además, en 2020 fue detenido tras un accidente de tráfico en la A-7, cerca de Picassent. Allí se negó a someterse a las pruebas de alcohol y drogas, siendo trasladado a un hospital por su estado de salud.
Pero sin duda, el proceso judicial más grave que pesa sobre él es el relacionado con la muerte del fotógrafo José Luis Abad. El fallecimiento ocurrió en 2019 durante un rito con sapo bufo en una vivienda de Vidal en Enguera. La Audiencia de Valencia reabrió el caso y ordenó abrir juicio oral por un presunto delito de homicidio imprudente y otro contra la salud pública. La familia del fallecido solicita una pena de siete años de prisión.
Con una carrera cinematográfica que abarcó más de 700 películas pornográficas, Nacho Vidal ha sido uno de los nombres más conocidos del cine para adultos en España. Sin embargo, su imagen pública se ha deteriorado por sus repetidos encuentros con la justicia y su implicación en actividades ilegales.












