Las playas de la Comunitat Valenciana, uno de los principales reclamos turísticos del Mediterráneo, están viviendo un verano marcado por una incómoda realidad: la contaminación. En lo que va de temporada, más de quince playas, incluidas las tres de hoy en Denia, han tenido que izar la bandera roja y prohibir el baño debido a niveles elevados de bacterias peligrosas para la salud humana.
Desde que comenzó julio, emblemáticos enclaves costeros han tenido que cerrar por superar los límites legales de Escherichia coli y enterococos intestinales, bacterias que indican la presencia de residuos orgánicos procedentes de vertidos humanos o animales. Estas situaciones no solo generan alarma sanitaria, sino que también afectan a la imagen turística de algunas de las localidades más visitadas del litoral.
Entre las playas afectadas se encuentran La Goleta, Xeraco y Daimús, en la comarca de la Safor, que a principios de mes clausuraron el baño tras detectarse valores anormalmente altos en los controles microbiológicos. A ellas se sumaron El Dossel (Cullera) y dos tramos del Arenal-Bol (Calp), zonas de alta ocupación turística, especialmente en esta época del año.

La costa sur valenciana sufre las consecuencias de la DANA
El origen de esta situación, según fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente consultadas por 7teleValencia, es variable. Así, pese a que la mayoría de casos en situaciones normales suelen estar relacionado con fugas en el alcantarillado o vertidos puntuales, desde el organismo de control no descartan que la DANA del pasado mes de octubre, sus arrastres, y el estado de la Albufera, puedan estar influyendo en las playas. Las lluvias intensas, poco frecuentes pero localizadas, agravan estos episodios al colapsar redes de saneamiento o movilizar residuos desde acequias y ríos.

El protocolo de actuación es claro: en cuanto se detectan resultados anómalos en las analíticas periódicas, se ordena el cierre inmediato de la zona afectada. Estos controles forman parte del Programa de Control y Vigilancia de las Zonas de Baño, en marcha desde 1987 y gestionado actualmente por la Dirección General de Calidad y Educación Ambiental.
En este 2025, el seguimiento y el control de las aguas se realiza a través de cerca de 300 puntos de muestreo. Una cifra que, desde Conselleria aseguran, tranquiliza puesto que los cierres son «mínimos». Así, más del 90% de las playas mantiene una calificación excelente y los cierres son casos puntuales. Incluso en semanas críticas, rara vez hay más de cinco o seis playas cerradas al mismo tiempo.

Hasta el 15 de julio se contabilizan casi tantos cierres como todo 2024
En el verano de 2024 se contabilizaron 18 cierres temporales por contaminación microbiológica, la mayoría en la provincia de Alicante, algo que choca con la realidad de este año que afecta, especialmente a Valencia. Aunque la cifra de este año ya roza la del anterior, se espera que el problema pueda mantenerse bajo control si se mantienen los protocolos de prevención y respuesta rápida.









