La Conselleria de Medio Ambiente ha ordenado esta mañana el cierre temporal al baño de cinco playas en la Comunitat Valenciana tras detectarse niveles elevados de contaminación fecal en sus aguas.
En concreto, las playas afectadas son El Perelló, Les Palmeres y Motilla, en el municipio de Sueca (Valencia); La Solsida, en Altea (Alicante); y la playa de Fuentes del Algar, en Callosa d’en Sarrià (Alicante).
La decisión se ha tomado tras los resultados de las analíticas periódicas realizadas por la Dirección General de Calidad Ambiental del Agua, que han revelado la presencia de bacterias fecales como Escherichia coli y enterococos intestinales en concentraciones que superan ampliamente los valores máximos permitidos.
Según se apunta, el episodio de contaminación podría estar relacionado con los recientes temporales marítimos y las intensas precipitaciones registradas en la zona en los últimos días. Estos fenómenos habrían provocado arrastres desde las golas de El Perelló y del Rey, afectando especialmente a las playas de Sueca, así como a las áreas costeras de Alicante.
Desde Medio Ambiente han asegurado que se está investigando el origen exacto de los vertidos en colaboración con los ayuntamientos afectados y el resto de administraciones competentes.
Nueva analítica para decidir la reapertura
Como medida preventiva, se ha izado la bandera roja en las playas implicadas, prohibiendo expresamente el baño durante toda la jornada de hoy. Además, está previsto que los servicios técnicos realicen nuevas analíticas a lo largo de la tarde para comprobar la evolución de la calidad del agua. En función de los resultados, se decidirá si mañana viernes se permite la reapertura al público.
Los ayuntamientos han emitido comunicados oficiales informando a la ciudadanía de la situación y piden a los bañistas que respeten las indicaciones de los servicios de salvamento y socorrismo hasta nuevo aviso.
Este cierre se suma al de otras playas afectadas por contaminación en fechas recientes, lo que ha llevado a Medio Ambiente a reforzar los controles y análisis para garantizar la seguridad sanitaria en las zonas de baño del litoral valenciano.
Fue el pasado jueves cuando los ayuntamientos de Cullera y Calpe ordenaron el cierre de diversos tramos de playa por un posible episodio de contaminación residual. La prohibición del baño llegó sólo una jornada después del cierre de varias playas de la Safor, como Tavernes de la Valldigna, Xeraco y Daimús, tras detectarse niveles elevados de enterococos intestinales.











