El pleno de Riba-roja de Túria ha aprobado una propuesta para ofrecer a la Generalitat Valenciana un total de 3’6 millones de metros de terreno destinado a crear un polígono industrial para reubicar las empresas e industrias afectadas por la DANA. La iniciativa engloba dos áreas diferenciadas radicadas en el término municipal.
Los terrenos están incluidos en el Plan Especial Urbanístico de Reconstrucción (PEUR)
de Riba-roja de Túria. La finalidad es crear una alternativa para reubicar a las más de 1.200 empresas que resultaron afectadas por la DANA. Esto supuso pérdidas de cerca de 12 millones de euros, entre las que se hallan infraestructuras críticas relacionadas con el ciclo integral del agua, la movilidad y el funcionamiento logístico.
El nuevo plan urbanístico propone trasladar actividades económicas a zonas más seguras para reducir riesgos y promover un desarrollo sostenible en Riba-roja de Túria. Actualmente, la concentración de polígonos industriales en áreas inundables representa una amenaza para la seguridad, la economía y el entorno.
Los nuevos emplazamientos garantizan suelos no inundables, modernización de los polígonos, infraestructuras resilientes y cumplimiento normativo. Además, se busca una mayor sostenibilidad ambiental y territorial, priorizando la protección del medio ambiente y la reducción del riesgo de inundaciones.
Riba-roja propone dos nuevas zonas industriales seguras y sostenibles
La primera zona propuesta por el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria, denominada
Peyland, Veïna y Barranc de la Pedrera, ocupa una extensión de 976.834 metros cuadrados. Esta se halla en una ubicación estratégica junto a la CV-370 y el carrer Séquia de Llorca, abarca el sector conocido como el Carot, límite con el Camí de Seminar. Esta opción facilita la logística industrial y mejora la movilidad laboral al asegurar una conexión eficiente con la red viaria y favorece la implantación de una zona industrial moderna, con espacios adecuados para nuevas inversiones.
La segunda área planteada a la Generalitat, en la zona conocida como el Pla de Nadal,
está formada por una superficie total de 2.675.173 metros cuadrados, junto a la AP-7 y la
urbanización de la Llobatera. Se ha propuesto la creación de una zona verde de 397.603
metros cuadrados como zona de amortiguación y revalorización del patrimonio cultural. El ámbito cumple, además, las regulaciones contenidas en el Patricova y el Patfor.

La selección de los suelos propuestos ha seguido un análisis técnico basado en la
seguridad frente a riesgos climáticos con una viabilidad a largo plazo. Esta es una compatibilidad urbanística con las normativas locales y autonómicas, la accesibilidad y conectividad directa a infraestructuras como carreteras, transporte público y redes de servicios básicos. Además, tiene una viabilidad técnica y económica con un diseño que garantiza planteamientos que reducen el impacto ambiental.
El alcalde de Riba-roja de Túria, Robert Raga, ha destacado la “excelente labor que se
ha llevado a cabo en los últimos meses desde el ayuntamiento para plantear estas dos
alternativas en un lugar más cómodo y seguro frente al riesgo por posibles inundaciones”.



