Foto: V. Gutierrez / Arzobispado

Un Vía Crucis frente a viviendas dañadas por la DANA. La parroquia Nuestra Señora de Montserrat de Picanya, una de las localidades más afectadas por la DANA, está celebrando la Semana Santa de una forma diferente, adaptándose a las circunstancias, y hoy ha dedicado el Via Crucis del Viernes Santo a las familias y damnificados por la riada.

Foto: V. Gutierrez / Arzobispado de Valencia

Esta mañana, el recorrido del Via Crucis ha realizado sus paradas frente a viviendas, hogares y bajos dañados por el agua, con la participación de numerosos vecinos y feligreses que no han podido contener su emoción.

Casi seis meses después de la tragedia de la DANA, Picanya, al igual que las parroquias de las localidades afectadas, continúan trabajando en la recuperación de sus templos, sus obras de arte, y la normalidad en sus actos y celebraciones.

El templo de Picanya permanece cerrado desde aquel trágico día de octubre. Durante estos meses la parroquia ha podido continuar con las celebraciones gracias a la cesión por parte del Ayuntamiento de un local Cultural. “Estamos muy agradecidos, porque nos han facilitado continuar dando un servicio a nuestra feligresía”, señala el párroco, Joaquin Civera, quien añade que han tenido que adaptar la actividad litúrgica y pastoral a las circunstancias.

“Se trata de un local con escenario y filas de butacas, que compartimos con más asociaciones de la localidad, lo que nos obliga a montar y desmontar el altar, así como adaptar los horarios de las celebraciones”.