Las Fallas de Valencia están a la vuelta de la esquina, y con ellas, la llegada de los tradicionales puestos de buñuelos y chocolate que tanto gustan a valencianos y turistas. A menos de dos semanas para el inicio de las celebraciones, el Bando Fallero 2025 ha confirmado las fechas en las que se abrirán estos emblemáticos puestos en las calles de la ciudad, que son todo un símbolo de la fiesta.
El viernes 28 de febrero se dará el pistoletazo de salida a la instalación de los puestos de buñuelos, justo al comenzar el fin de semana de la Crida, acto que marcará el inicio oficial de las Fallas 2025 y que podrá seguirse en directo desde 7 Televalencia.
Los amantes del chocolate con churros o buñuelos tendrán hasta el 19 de marzo para disfrutar de estos dulces tan típicos de las Fallas. Sólo un día después, el jueves 20 de marzo, los puestos deberán ser desmontados antes de las 11:00 horas, tal y como estipula el bando.
Este año, la normativa establece que no se podrá vender ni instalar puestos fuera del plazo señalado, por lo que los visitantes deberán aprovechar los días del evento para disfrutar de estas delicias.
LA PLAZA DEL AYUNTAMIENTO Y COLÓN, SIN CHURRERÍAS
Aunque las calles de Valencia se llenarán de color y sabor con los puestos de buñuelos y chocolate, algunas zonas estarán exentas de la instalación de estos puestos.
El Bando Fallero 2025 ha determinado que no podrán colocarse en la Plaza del Ayuntamiento, Calle Colón, Xàtiva, Marqués de Sotelo, y otras áreas cercanas que forman parte del recorrido de la Ofrenda. Estas restricciones buscan mantener la circulación de personas y vehículos en estas zonas clave de la ciudad durante las celebraciones.
Además, los puestos de masas fritas no podrán instalarse frente a ciertos comercios, en especial aquellos relacionados con el textil y productos electrónicos, como tiendas de telefonía, fotografía o electrodomésticos. El Bando subraya que la instalación de estos puestos debe ser respetuosa con los accesos y escaparates comerciales, garantizando la visibilidad de los mismos.
Puestos sin sillas y con estéticas discretas en Ciutat Vella
Los puestos de venta deberán cumplir con varias condiciones para garantizar la seguridad y el respeto por el entorno urbano. Uno de los requisitos clave es la prohibición de la instalación de mesas y sillas en los puestos de buñuelos y masas fritas, salvo en las zonas autorizadas para terrazas.
Asimismo, se exige que los puestos sean limpios y estén debidamente desinfectados, con especial atención a la prevención de la contaminación por animales y organismos nocivos. Los puestos que generen humo, como los de frituras, no podrán ubicarse cerca de museos y salas de exposición, para evitar que los aceites y vapores dañen el patrimonio cultural.
Por otro lado, los puestos deberán mantener una estética discreta y respetuosa con los espacios patrimoniales, especialmente en áreas cercanas a monumentos emblemáticos de la ciudad como la Lonja o el Mercado Central.
En las zonas protegidas, los puestos deberán ajustarse a la normativa de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano, que limita la instalación de elementos que puedan menoscabar la apreciación de estos bienes de interés cultural.
LOS PUESTOS DE MERCADILLO LLEGARÁN EL 8 DE MARZO
El Bando también subraya la importancia de favorecer la accesibilidad visual a los comercios en las zonas donde se instalen los puestos. En este sentido, se prohíbe la colocación de carteles publicitarios o letreros en los espacios cercanos a los monumentos históricos, además de la restricción de publicidad en los propios puestos.
Otra de las medidas de control implica la obligación de que todos los puestos de venta tengan los precios visibles para los clientes y dispongan de hojas de reclamaciones. También deberán emitir tiques o facturas a los consumidores que lo soliciten, para garantizar la transparencia en las transacciones.
Si bien los puestos de buñuelos y chocolate son los más emblemáticos, también se autorizarán los mercadillos y paradas de venta de alimentos entre el 8 y el 19 de marzo. Estos mercadillos deberán seguir las mismas normas de higiene y seguridad, además de ajustarse a la estética y el respeto por los espacios históricos de la ciudad.
