El día que las lluvias torrenciales de la DANA inundaron su hogar, la familia de Marino y Eunice nunca imaginó como cambiaría su vida de manera tan drástica. «Subimos al piso del vecino para refugiarnos, pero al día siguiente, cuando intentamos entrar con una patrulla, la puerta no se pudo abrir. Nos llevaron directamente a una residencia, dejando nuestra casa atrás», relatan con evidente emoción.
Desde ese momento, los servicios sociales comenzaron a gestionar su caso, poniéndose en contacto con Casa Caridad, que les ofreció una vivienda temporal para la pareja y sus tres hijos. «Los niños se han adaptado bien, pero el proceso psicológico ha sido muy duro. Nunca esperas algo así. Afortunadamente, estamos recibiendo la ayuda necesaria», explican.
La familia narra cómo, tras lograr abrir la puerta de su hogar días después, encontraron todo destrozado. «Gracias a los voluntarios, en dos días conseguimos sacar los muebles y las camas, con la esperanza de volver. Pero el casero nos dijo que no iba a hacer nada porque la DANA no era su culpa. Al final, no pudimos llegar a un acuerdo y decidimos buscar un lugar seguro».
Otro aspecto ha sido el impacto emocional, aunque intentan transmitir optimismo a los más pequeños, la experiencia ha dejado huellas. «Los niños a veces tienen miedo, pero intentamos estar bien. Es duro porque trabajamos muy duro para tener nuestras cosas y construir una vida mejor en este país. Ahora, solo queda mirar hacia adelante», relatan.
La ayuda de Casa Caridad les ha permitido mantener la esperanza. «Nos han ofrecido un hogar temporal mientras ahorramos para estabilizarnos. El apoyo que hemos recibido es invaluable. Animo a los afectados a no perder la esperanza: de todo se sale, y hay quienes están dispuestos a ayudar».
Casa Caridad, un refugio para los más vulnerables
La Asociación Valenciana de Caridad ha sido un pilar para las familias afectadas por la DANA. Según su presidente, Luis Miralles, «hemos adquirido 11 viviendas con 58 plazas para proporcionar un hogar temporal a quienes han perdido el suyo. Este recurso es completamente gratuito y cuenta con supervisión diaria para asegurar que las familias tengan todas sus necesidades cubiertas».
El proyecto, denominado Fénix DANA Torrent, forma parte de una iniciativa más amplia de Casa Caridad para ayudar a personas en situación de exclusión social. Además de ofrecer soluciones habitacionales, la ONG ha distribuido más de 500 palés de artículos básicos y habilitado plazas de emergencia en su sede social.
Con más de 118 años de historia, Casa Caridad sigue siendo un referente en la ayuda a los más necesitados, trabajando incansablemente para ofrecer soluciones sostenibles y acompañar a las familias en su recuperación.
«Siempre nos vamos a necesitar”, recuerdan desde la ONG, subrayando la importancia de la solidaridad y el compromiso social. Esta familia, que ahora cuenta con un techo seguro y una nueva oportunidad, es testimonio de la fuerza de la comunidad y la esperanza en los momentos más difíciles.