La pedanía de La Torre, en Valencia, ha sufrido no solo las consecuencias de las intensas lluvias de la DANA, que han dejado bajo el agua viviendas, garajes y comercios, sino también una oleada de saqueos que ha conmocionado a la ciudadanía. Vecinos de las plantas altas han bajado a comprobar los daños y se han encontrado con una amarga sorpresa. Varias personas se han acercado y han saqueado los comercios y viviendas de la zona.
También en el centro comercial Bonaire de Aldaia y en la zona industrial de Alfafar, otras tiendas han sido blanco de robos. Los delincuentes han aprovechado que la riada y el fuerte impacto de vehículos en las puertas dejaron varios locales vulnerables.
En medio de esta tragedia, la policía ha actuado para contener el aumento de la delincuencia. Durante un dispositivo especial de prevención en las áreas más afectadas, 39 personas fueron detenidas y se han recuperado numerosos artículos robados. La intervención policial busca devolver la calma a los damnificados. Estos, tras las pérdidas materiales causadas por las inundaciones, deben ahora hacer frente a este nuevo golpe.
Por su parte, vecinos de Paiporta aseguran: «Paiporta está destruida. No hay por donde cogerlo. La gente saquea todo. Han empezado a robar en coches, en tiendas, en casas… Es horroroso, de verdad. Es indescriptible».
Robos el primer día en Utiel
Según han informado a EFE fuentes de la Guardia Civil, los intentos de robos ya se produjeron el primer día del temporal. El pasado martes, en municipios como Utiel, donde «a primera hora de la mañana ya había agentes vigilando comercios y parando a gente«.
Aunque los agentes están centrados en rescatar, auxiliar y prevenir, informan, «también trabajan en la vigilancia, en la medida de lo posible, ante posibles robos, tanto en viviendas como en comercios y en la autovía«, explica Jesús Díaz teniente de la comandancia de la Guardia Civil en Valencia.
Las fuerzas de seguridad mantienen la vigilancia en las zonas afectadas por la DANA en la provincia de Valencia tras detectarse saqueos en comercios, viviendas y en los camiones y coches que se encuentran abandonados en las carreteras.