McDonald’s ha implementado medidas urgentes para abordar un brote de E. coli relacionado con sus hamburguesas Quarter Pounder (Cuarto de Libra). El brote ha provocado la muerte de una persona y cerca de 50 casos de enfermedad en el oeste y medio oeste de Estados Unidos. Además, ha llevado a 10 hospitalizaciones por complicaciones graves.
La cepa de E. coli O157 involucrada en este incidente es la misma que causó un brote mortal en 1993 en Jack in the Box, que resultó en la muerte de cuatro niños. En respuesta, McDonald’s ha decidido retirar el producto de sus menús en 12 estados, entre los que se encuentran Colorado, Kansas, Utah y Wyoming, con el objetivo de frenar la propagación de la enfermedad.
Las cebollas, la posible fuente de contaminación
La prioridad de McDonald’s es recuperar la confianza del público tras la retirada del producto de aproximadamente el 20% de sus 14,000 restaurantes en el país. Tanto la cadena como los CDC están investigando posibles fuentes del brote, incluyendo las cebollas cortadas y las hamburguesas de carne de res. Aunque las cebollas han sido señaladas como el origen probable por el Departamento de Agricultura de EE. UU., las pruebas siguen en curso.
Este brote ha afectado negativamente las acciones de McDonald’s, que experimentaron una caída del 5.1% en su cierre más reciente. Analistas han advertido que este incidente podría tener consecuencias duraderas para la marca. Expertos en la industria han destacado la importancia de los estándares de seguridad alimentaria de McDonald’s, lo que hace que esta situación sea particularmente preocupante.
A medida que la cadena trabaja para mitigar el daño, los analistas sugieren que el impacto en las ventas podría ser similar al de brotes anteriores de E. coli que afectaron a otras cadenas de comida rápida. Casos como Chipotle en 2015 y Jack in the Box en 1993 resultaron en su momento caídas significativas de ingresos en los trimestres siguientes.