Foto: Armando Romero

María Estela Arlandis y Marina García han realizado una emotiva despedida en la Fonteta. Unas falleras que pasarán a la historia por su sonrisa y saber estar. Las máximas representantes se han querido acordar de todos los sectores de las fiestas, indumentaritas, orfebres, peluqueros. También se han acordado de pirotécnicos y floristas. Profesionales que trabajan por hacer grande nuestra fiesta.

María Estela ha empezado el discurso resaltando los «26 corazones unidos por su amor a las fallas, cogieron el testimonio de tantas otras, cada una crea un capítulo. Escribir es la manera más profunda de vivir Valencia, nunca se nos olvidará todo vuestro cariño, estamos eternamente agradecidas. La esencia de las fallas está en nuestro espíritu indestructible, después hay que llegar a casa, la mía está en el sector Quatre Carreres. Llego con el corazón lleno», resalta María Estela.

Marina da las gracias por haber vivido en el barrio de Campanar, que le ha visto crecer como fallera y persona. «Gracias por acompañarme y hacer de este sueño una alegría compartida. La hermandad, Valencia nos ha llenado tanto el corazón que nunca podremos agradecérselo».

Ambas han tenido palabras emocionadas y de agradecimiento a sus compañeras de la Corte de Honor. Desde la todo terreno, la entusiasta, protectora, la responsable, bondad, elegancia y energía. También se han acordado de las fiestas de Burgos, Murcia, Alicante y Castellón. Los miembros de Junta Central Fallera han sido los siguientes en ser nombrados por las máximas representantes.