El Institut València d’Art Modern (IVAM) acoge la exposición Francesca Woodman y Julia Margaret Cameron: retratos para soñar, producida por la National Portrait Gallery de Londres. La muestra exhibe por primera vez en España una retrospectiva de la obra de dos de las fotógrafas más significativas de la historia del arte: Julia Margaret Cameron (1815-1879) y Francesca Woodman (1958-1981).
La exposición, que se mostró entre marzo y junio en la National Portrait Gallery en el Reino Unido, exhibe en el IVAM hasta el 20 de octubre más de 140 fotografías de época procedentes de algunos de los principales museos del mundo, como la National Portrait Gallery o el Victoria and Albert Museum, de Londres; el National Science and Media Museum, de Bradford; o el Ashmolean Museum, de Oxford.
Los retratos realizados por Francesca Woodman, algunos de los cuales nunca se habían visto en España, han sido cedidos por la Woodman Family Foundation de Nueva York, que ha colaborado estrechamente en la realización de la exposición y el catálogo que la acompaña.
Cameron trabajó en el Reino Unido y Sri Lanka a partir de la década de 1860, y Woodman en América e Italia en la década de 1970. Hasta la fecha, “se ha tendido a estudiar a estas dos fotógrafas desde un punto de vista biográfico”, ha relatado Sonia Martínez, directora adjunta del IVAM. Sin embargo, este proyecto sigue una estructura “temática” con la intención de “descubrir las múltiples y fascinantes resonancias entre las dos”.
Retratos para soñar
El título de la exposición, Retratos para soñar, procede de una observación de Woodman según la cual las fotografías podrían ser ‘lugares donde el espectador puede soñar’. Georgia Atienza, conservadora de fotografía de la National Portrait Gallery, ha explicado que “tanto Woodman como Cameron produjeron obras profundamente arraigadas en la mitología y la narración de historias, y cada una hizo retratos de sus seres cercanos para representar dichas historias”. Además, ambas mujeres “exploraron el retrato más allá de su capacidad para plasmar la realidad”.
Con un planteamiento temático, los visitantes pueden descubrir la obra de Woodman y Cameron avanzando y retrocediendo en el tiempo entre el siglo XIX y el XX; y también dentro del lapso relativamente corto de años que cada artista estuvo en activo.
Ambas artistas entendieron la fotografía como un medio, no tanto para registrar la realidad sino para construirla, defendiéndola como arte. Eran amantes de la literatura y huían de la perfección técnica, proponiendo imágenes deliberadamente imperfectas, y por ello sugerentes y transformadoras.
Desde las primeras fotografías hasta sus proyectos finales
Entre las principales obras expuestas se incluyen las primeras incursiones de ambas artistas en el mundo fotográfico. Entre estas obras se incluye el autoproclamado «primer éxito» de Cameron, un retrato de Annie Wilhemina Philpot realizado en 1864. Asimismo, se muestran fotografías que representan figuras angelicales y de otro mundo con piezas de la serie de Woodman Angel, en contraste con las representaciones más directas de Cameron de seres querúbicos y cupidos alados.
Entre las fotografías imprescindibles de Francesca Woodman no faltan Polka Dots #5, realizada en 1976, así como su último gran proyecto fotográfico, la serie de cariátides en la que experimentó con grabados de diazotipos a gran escala, representándose a sí misma y a otras modelos como cariátides, figuras femeninas talladas que sustituían a las columnas en los antiguos templos griegos.