El absentismo laboral ya supone un grave problema en España. Durante el último año, nuestro país se ha situado en el tercer puesto a nivel europeo con mayor tasa de absentismo laboral. Así, en los últimos diez años, se ha duplicado la tasa de absentismo pasando de un 2% de ocupados que faltaron al trabajo en 2013 al 4,1% en 2023.
Estas ausencias laborales suponen un impacto económico de un 1,4% del PIB de España, según los datos aportados en el año 2021 por Eurostat. Este porcentaje se sitúa por encima de la media de la UE (1,2%) y representa un crecimiento de 0,6 puntos porcentuales respecto a 2014.
En este sentido, la Comunitat Valenciana se sitúa en la media nacional, con un peso de las ausencias laborales del 4% y un incremento respecto a 2007 de 0,9 puntos porcentuales. Las comunidades autónomas con mayor absentismo laboral son: País Vasco, Galicia, Asturias y Cantabria, superando el 5%.
Uno de los motivos que ha provocado un aumento de este absentismo laboral es la salud mental. José Enrique García, CEO de Equipo Humano, consultora especializada en relaciones laborales, explica que «el valor que existe sobre el trabajo ha cambiado y la valoración es personal y los médicos solo pueden escuchar los síntomas de la persona». Por ello pone de relevancia la necesidad de que las empresas pongan en marcha medidas de cuidado entre sus trabajadores.
La pandemia un antes y un después
Según datos extraídos de la Encuesta de Población Activa (INE) existen dos fases muy diferenciadas en el periodo comprendido entre 2007 a 2023 con un punto de inflexión en 2012. En la primera fase (2007-2012), la tasa de absentismo desciende del 2,8% inicial a un mínimo del 2% en 2012. Sin embargo, a partir de ese año, comienza un periodo de crecimiento ininterrumpido, acelerado por la COVID-19, hasta alcanzar el 4,1% de 2023.
Medidas alternativas e innovadoras
De esta manera, desde Equipo Humano, se apuesta por promover medidas diferentes. Y es que, aunque ya hay medidas que se han puesto en marcha, no han resultado muy eficaces por la forma en la que se han desarrollado. De esta manera, José Enrique García asegura que «estamos intentando atajar el absentismo con las mismas herramientas que se estaban utilizando hace 10 años y nos estamos equivocando porque las generaciones son distintas» y asegura que «las empresas están poniendo medidas de forma inmediata pero de una forma inconexa».
Para poder lograr el objetivo final se propone un método diferente: «al trabajador o a la trabajadora hay que preguntarle de forma periódica cómo se encuentra, qué satisfacción tiene, cómo se relaciona con su jefe, etc., y en función de esto ir moldeando las diferentes acciones». Una de las opciones más empleadas para esto, es establecer mandos intermedios de comunicación, que permitan hablar y expresarse desde la seguridad y la confianza para evitar roturas.
Importancia de la prevención
Ante estos niveles preocupantes y acentuados en los últimos años algunas otras entidades como Umivale Activa y el Ivie han puesto en marcha un proyecto para estudiar los determinantes del absentismo laboral, tanto en el conjunto de España como en sus comunidades autónomas. El objetivo es indagar en los factores que inciden en ese fenómeno para poder afrontarlo y trazar las mejores estrategias para prevenirlo.