Los servicios de limpieza del Ayuntamiento de Valencia han empezado a recoger los restos quemados de alrededor de las dos torres calcinadas. Muchos trozos del material que recubría la fachada rodea las calles adyacentes. Esta trabajo se realiza después de que haya dado el visto bueno los investigadores y la policía científica.
El barrio de Nou Campanar intenta volver a la normalidad después de unos días de una gran solidaridad de sus vecinos. El distrito ha ganado población en las últimas décadas gracias a las nuevas urbanizaciones construidas en la prolongación de la avenida Maestro Rodrigo. Construcciones con muchas equipaciones como piscina, jardín y pistas deportivas.
La plaza está cerrada al tráfico desde el día de la tragedia. Muchos curiosos se están acercando a la zona para ver de primera mano los restos del edificio que ha sido noticia en todo el mundo. Es llamativo que las plantas bajas de las torres calcinadas apenas han sufrido daños.
Tanto los propietarios como inquilinos se han reunido para asociarse y poder defender sus derechos ante la incertidumbre de la situación. Un edificio municipal del barrio de Safranar empezara a acoger a los vecinos más vulnerables que acaban de perder su casa. Tendrán preferencia los que tengan niños, según ha trascendido.